Fue su estudiante Rav Jaim Vital quien los escribió. Esta historia nos recuerda mucho al Libro del Zóhar, el cual desapareció y luego fue descubierto de una forma muy extraña. Lo mismo ocurrió con los trabajos del Arí. Estos fueron escritos, pero no hubo nadie que pudiera editarlos. Sólo
los nietos de Rav Jaim Vital lograron editar sus escritos. Ellos los
sacaron de su tumba dónde habían estado ocultos en una caja y los
enterraron. Ésta en realidad es una historia de aventura, una búsqueda
del tesoro.
Pregunta: ¿Por qué hay tantos eventos que no entendemos y tal confusión cuando se llega a los escritos de los grandes cabalistas, con El Libro del Zóhar, con los escritos del Arí?
Dr: Laitman Esto fue arreglado específicamente de esta manera para llevarlos hacia un mundo adaptado. El mundo
es confuso y los escritos de los cabalistas también son confusos. Si
pudiéramos ver las fuerzas que operan en este mundo y manejarlas a
través de nuestras reacciones egoístas, entenderíamos que traer el
conocimiento espiritual a nuestro mundo sólo es posible de esta manera
extraña e incomprensible. Los escritos del Arí fueron sepultados en la tumba de Rav Jaim Vital.
Luego fueron sacados y guardados en una caja en alguna casa en Tzfat.
Fue sólo después de muchas décadas que fueron sacados de la caja. Si no
pudieron ser revelados por el padre, entonces fueron revelados por el
hijo y el nieto o por uno de sus discípulos. Los escritos deben estar adaptados para que sean apropiados para el
mundo: a través de cierta alma, a través de cierto evento, por medio de
cierto ocultamiento en cierto periodo. Parece extraño, pero si
pudiéramos ver el sistema, entenderíamos que la Luz Superior que se acerca a las vasijas, lo arregla todo de esta manera con el fin de traer gradualmente este conocimiento al mundo. Es imposible hacer entrar nuestro mundo conmocionado, esta confusión,
el terrible estado egoísta del mundo, la falta total de espiritualidad,
de una u otra manera, solo puede lograrse al revelar, ocultar estos
escritos y luego revelarlos nuevamente, quizá después de dos mil años.
Este es un asunto de adaptación. La ley principal aquí es la adaptación
entre la Luz y las vasijas.