Mi rostro de ellos, serán
consumidos, muchos males, angustias caerán sobre ellos y se dirá en
aquel día: ¿No será porque nuestro Dios ya no está entre nosotros que
estos males nos han sobrevenido? Y Yo ocultaré Mi rostro” Los problemas ocultan al Creador, a la
fuente, de la persona, es decir que el Creador se oculta de ella. Así es
como está hecho el deseo de recibir. Cuantos más problemas sienta y más
se sufra, menos siente al Creador, hasta que Él ya no es visible.
Después de todo, el Creador es la fuente de bondad y los problemas ocultan al Creador de la persona. Cuando ustedes consideren estas palabras, encontrarán que en un principio afirman: “Entonces mi ira se encenderá…ocultaré Mi rostro”, es decir un ocultamiento.
Después, afirma, “ muchos males y angustias caerán sobre ellos…ocultaré Mi rostro”, es decir doble ocultamiento. Debemos entender qué significa “doble ocultamiento”.
Esta es una observación muy sutil: que la persona primero siente un ocultamiento simple y sólo después alcanza el ocultamiento doble. Si no tengo el reconocimiento o la sensación del Creador, en alguna forma, no puedo decir que Él está oculto.
Entonces, en primer lugar, hay un ocultamiento simple, y sólo entonces, cuando se acumulan más entendimientos y problemas, puedo yo alcanzo un ocultamiento doble. Sin embargo, el Creador tampoco desaparece en un ocultamiento doble.
El Creador desaparece sólo cuando ustedes viven en una sensación del cuerpo físico. Sin embargo, si yo soy un ser humano, Adam, es decir que me parezco al Creador de alguna manera, siempre estoy en un estado de ocultamiento, ya sea simple o doble.
La diferencia entre ellos es la cantidad de mal que siento cuando desarrollo mi sensibilidad hacia el Creador.
Por lo tanto, el nivel del mal que se me ha revelado determina si estoy en ocultamiento simple o doble. Esto se refiere a la persona que entiende quién es el Creador, el bien que hace el bien.
La bondad del Creador no se encuentra en el llenado de mis deseos para recibir con placer, sino en que me lleva hacia la meta de la creación y me enseña correctamente.
Por lo tanto, estoy listo para las aflicciones, mientras avanzo en las vasijas de otorgamiento, de tal forma que me parezca a Él y acepte todo el proceso.
Yo estoy cada vez más adherido al Creador, lo cual significa que Él se convierte en el bueno y el benevolente. Su bondad se revela en la equivalencia de mi ideología con la Suya: la idea, la meta y los medios para alcanzarla. Determino que Él es el bien que hace el bien, como resultado de lo que Él me enseña en un momento dado en todos los sentidos.
Después de todo, el Creador es la fuente de bondad y los problemas ocultan al Creador de la persona. Cuando ustedes consideren estas palabras, encontrarán que en un principio afirman: “Entonces mi ira se encenderá…ocultaré Mi rostro”, es decir un ocultamiento.
Después, afirma, “ muchos males y angustias caerán sobre ellos…ocultaré Mi rostro”, es decir doble ocultamiento. Debemos entender qué significa “doble ocultamiento”.
Esta es una observación muy sutil: que la persona primero siente un ocultamiento simple y sólo después alcanza el ocultamiento doble. Si no tengo el reconocimiento o la sensación del Creador, en alguna forma, no puedo decir que Él está oculto.
Entonces, en primer lugar, hay un ocultamiento simple, y sólo entonces, cuando se acumulan más entendimientos y problemas, puedo yo alcanzo un ocultamiento doble. Sin embargo, el Creador tampoco desaparece en un ocultamiento doble.
El Creador desaparece sólo cuando ustedes viven en una sensación del cuerpo físico. Sin embargo, si yo soy un ser humano, Adam, es decir que me parezco al Creador de alguna manera, siempre estoy en un estado de ocultamiento, ya sea simple o doble.
La diferencia entre ellos es la cantidad de mal que siento cuando desarrollo mi sensibilidad hacia el Creador.
Por lo tanto, el nivel del mal que se me ha revelado determina si estoy en ocultamiento simple o doble. Esto se refiere a la persona que entiende quién es el Creador, el bien que hace el bien.
La bondad del Creador no se encuentra en el llenado de mis deseos para recibir con placer, sino en que me lleva hacia la meta de la creación y me enseña correctamente.
Por lo tanto, estoy listo para las aflicciones, mientras avanzo en las vasijas de otorgamiento, de tal forma que me parezca a Él y acepte todo el proceso.
Yo estoy cada vez más adherido al Creador, lo cual significa que Él se convierte en el bueno y el benevolente. Su bondad se revela en la equivalencia de mi ideología con la Suya: la idea, la meta y los medios para alcanzarla. Determino que Él es el bien que hace el bien, como resultado de lo que Él me enseña en un momento dado en todos los sentidos.