Supongamos que quieres parecerte a mí. Yo juego contigo, me presento
ante ti en cierta forma y entonces tratas de ser como yo: Haces lo que
yo hago, piensas como yo y hablas como yo. Al día siguiente te presento
una forma actualizada y tienes que adaptarte a mí incluso más, tanto en
tu discurso como en tus acciones y pensamientos. Te doy ejemplos y tienes que seguirlos; esto es llamado una equivalencia de forma. Aquí podrías preguntar: “¿Pero cómo puedo asemejarme al Creador
si no lo veo?” Se nos dice: ´Regresa al Señor, tu Dios’ ¿Cómo puedo
regresar a Él, cómo puedo volverme cada vez más como Él? Al menos, deme
algún ejemplo”. Pide. Pide al Creador que te dé un
ejemplo, que te muestre quién es Él y qué es Él, para que puedas ser
como Él. Si no pides, significa que no quieres ser como Él. Cuando todo
lo que necesitas es un ejemplo, lo recibirás.
Pregunta: Tengo un gato, puedo enseñarle todo lo que sé, ¿pero eventualmente será como yo?
Dr: Laitman Un gato no tiene un punto en el corazón.
No puedes enseñarle, sólo puedes domesticarlo. Puedes lograr que se
convierta en algo, pero no que se convierta en un ser humano, ya que un
ser humano, Adam, significa “Domé”, similar al Creador. Un gato no tiene el punto de inicio para eso, no tiene la chispa inicial; no tiene un punto en el corazón. Si no fuera por el punto en el corazón
que entró al deseo de recibir durante la fragmentación de las vasijas,
entonces nosotros también nos desarrollaríamos hasta el nivel del
animado. Pero cuando completamos esta fase, el punto del hablante hace
erupción en nosotros. Esto es lo que está sucediendo hoy con la humanidad: ha llegado al final de su desarrollo en el nivel “animado”. Todo comenzó desde cero, a partir del
caos. Después apareció el nivel de la naturaleza inanimada, después el
nivel vegetativo y después el nivel animado. Si no existiera el punto
del hablante en el nivel animado, el ser humano que pertenece al nivel
del hablante, entonces no habría hacia dónde desarrollarse, todo
terminaría aquí. Esta es la sorpresa y el problema en
nuestro mundo: las personas no entienden que están frente a un nuevo
nivel. No entienden porque no lo ven; es intangible, es espiritual.
Todos los niveles previos eran concretos, mientras que el nivel del
hablante no lo es. Si estoy en el nivel de la naturaleza
inanimada, no puedo identificar los niveles que son más elevados que el
mío: los niveles vegetativo y animado, Existe una conexión entre ellos
que es visible tanto para el inferior como para el superior, pero yo no
tengo idea qué es el nivel humano, y el elevarme hasta éste es un
misterio para mí ¿Qué puedo hacer, si no tengo forma de aferrarme a él,
ningún ejemplo, sino sólo un gran desconocimiento? Esta es la razón por la que el mundo entero no entiende lo que está sucediendo y no puede aceptar el mensaje del futuro ascenso.
Inicialmente, el deseo creado por el Creador era la parte que sirve como punto en el corazón (•), Galgalta ve Eynaim (GE). Esto es llamado “Israel” que significa “Yashar-El”
(directo al Creador). Abraham tomó a las personas que pertenecen a esta
parte de la antigua Babel, mientras que otros babilonios sin punto en
el corazón permanecieron ahí. Entonces, mediante la ruptura, la
destrucción, los puntos de Israel cayeron y fueron mezclados con la
materia del deseo. Este es el exilio del pueblo de Israel, la
incorporación mutua de los atributos, que da como resultado que hoy
todas las personas tengan un punto en el corazón.
Aun así, es muy difícil que las personas
vean que existe ante ellas otra fase en su desarrollo, otro nivel que
es de una cualidad más elevada, es más esencial y poderosa que el nivel
“animado”. Imaginen que pudieran ver sólo plantas en la superficie de
la tierra. Cuán diferente sería esta imagen a la del siguiente nivel,
con los animales, aves, peces y personas con su civilización. Ahora, cuando estamos afrontando un nuevo nivel, nadie lo entiende y nadie puede percibir la necesidad de elevarse hasta este.
Pregunta: ¿Si el punto en el corazón lo determina todo, hoy podría yo ser comparado con Pinocho?
Dr: Laitman Sin
el punto en el corazón serías un “leño”, pero en este leño existe algo
más y es entonces cuando Geppetto comienza a cortarlo con su hacha,
este llora; este es “el punto en el corazón” que eleva la voz del
hombre. Todo lo demás en nosotros es en realidad sólo un “leño”. El próximo nivel no puede formarse a
partir de nada. Entonces las personas que sienten una necesidad de
desarrollarse vienen a nosotros, a Bnei Baruj, con el fin de
avanzar mediante el amor, con una inclinación hacia arriba. Los otros
tendrán que desarrollarse mediante el camino del sufrimiento, con el fin
de llegar a este nivel.
Si el punto en el corazón no sobresale y
no les recuerda a las personas que éste existe, sólo los sufrimientos
los impulsarán hacia adelante. El punto atrae a las personas desde
adelante mientras que los sufrimientos las empujan desde atrás. Es como
un dipolo y todo depende qué es lo que te mueve, la Torá o el sufrimiento.