Pregúntenle
a los físicos, y ellos les dirán lo mismo, pero con diferentes
palabras. Existen varios principios básicos, como la segunda ley de la
termodinámica, y existen varias constantes naturales. Si excavamos un
poco más profundo, nos toparemos con el concepto de masa. Detrás de la
masa, existe la energía, detrás de la energía, aquí el conocimiento
científico agota sus posibilidades. ¿Podemos decir que existe una fuerza detrás de la energía, pero qué es esta fuerza?
¿Cómo podemos describirla? Los científicos están tratando de encontrar
esas bases y con nosotros se finalizara su investigación, trazando una
línea desde sus estudios hasta el deseo de recibir, el deseo de mantener
la existencia de éste en todos los niveles de la naturaleza inanimada,
vegetativa, animada y hablante. Incluso si hablamos del fenómeno más elemental, siempre se trata de su naturaleza.
Nos referimos a algo que quiere sostenerse a sí mismo en su forma de
existencia. Este es el deseo de recibir, el deseo de existir. Sin este,
no habría nada, ni siquiera por un corto tiempo. En esta fuente, incluso
el tiempo todavía no existe. Entonces, el deseo lo precede todo y más allá de eso, existen diferentes formas que este asume. Todas las ciencias y las sabidurías
hablan de lo que el hombre descubre aquí en el marco de la realidad
corporal. Por otra parte, la sabiduría de la Cabalá no habla de nuestro
deseo egoísta que sólo es típico de este mundo, sino acerca de un deseo
primario, acerca de una fuerza que aún no está investida en nada.
Pregunta: ¿Éste puede este ser estudiado por fuera de la sabiduría de la Cabalá?
Dr:Laitman
No, por fuera de la sabiduría de la Cabalá, simplemente no tenemos las
herramientas necesarias. No podemos construir un acelerador que
bombardeé el deseo y registre sus respuestas. Esto se debe a que es
mucho más profundo que el mundo microscópico, más profundo que los
efectos cuánticos. Por lo tanto, ustedes pueden trabajar sólo con esto
dentro de sí mismos, cuando se convierten en el “área” hacia la cual
viene la Luz. Esta impacta el deseo, como resultado de su encuentro,
como resultado de la cooperación entre ellos, se crean diferentes
partículas, de acuerdo a lo cual descubren la Luz que Retorna que
desciende a un nivel inferior y evoca nuevas Reshimot (genes espirituales) en ustedes. El esquema elemental, de acuerdo a la sabiduría de la Cabalá, es un Masaj (pantalla) que comienza a ascender desde Tábur. En el siguiente nivel, existe un Zivug de Haka’a
(acoplamiento de golpe), la Luz que Retorna desciende una vez más de
un nivel a otro, superando así la diferencia en energía en el estado
previo. Desde ahí, “arroja” Taguín sobre las letras (“coronas”
encima de las letras), eventualmente, la diferencia en energía provoca
diferencias en las frecuencias, diferencias en los atributos. Esta
comparación les permite discernir los detalles y ensamblar la imagen
general. Es como un bebé que lo prueba todo, así comienza a conocer el mundo ya que el gusto es el principal sentido
que puede usar y en el que se basa por el momento. En la espiritualidad,
las nuevas Luces que se revelan en el deseo son llamadas “sabores”.
Estos nos ayudan a aprender lo que sucede. Entonces, la materia que es el objetivo
de impacto de la Luz soy en realidad yo, mi deseo de recibir. Justo como
los científicos que bombardean sus objetivos con partículas al
incrementar su energía, nosotros también hacemos lo mismo, no con la
materia corporal, sino con la materia del deseo, al elevarnos de la fase
cuatro a la fase tres, a la fase dos y en adelante.
Por lo tanto, nosotros no podemos hablar
con los científicos acerca de esos asuntos. De todas las ciencias, la
física es la más cercana a la sabiduría de la Cabalá. Nosotros hablamos
de fenómenos y fuerzas concretas.