Los procesos que se iniciaron en la antigua Babilonia están llegando a su inevitable final. Durante esa crisis, hubo dos hombres, o
más bien dos pensadores, dos gobernantes, uno material, uno espiritual,
Nimrod y Abraham. Eran maestros, líderes de su generación, que
simbolizaban dos enfoques de la evolución, dos corrientes en la
humanidad. Es más, Taré (Téraj) el padre Abraham, era el mentor espiritual de Nimrod. En principio Abraham pertenecía a la
corriente de Nimrod, hasta que descubrió el sistema que rige la
creación. Por lo tanto, se separó de su padre y se volvió opuesto a su
padre Taré y a Nimrod. Nimrod creía que tenemos que usar
nuestro ego tanto como sea posible mientras se mantiene el orden
público, pero permitiendo la competencia. A pesar de que no había
prácticamente ninguna competencia en la antigua Babilonia, el ego de
pronto estalló y surgió allí en todos y cada uno y en todos juntos.
Nimrod sugirió usarlo para competir, para desarrollarlo y utilizarlo
para llegar a nuevas alturas y regocijarse con su crecimiento. Sin embargo, con el fin de llevarse bien
unos con otros, tuvieron que dispersarse un poco, como los residentes
de un apartamento colectivo que lo dejan y se van a una propiedad
privada; entonces todos son felices e incluso permanecen en contacto,
aunque anteriormente no se hablaban ni se saludaban unos a otros durante
años, etc. Nimrod es el reconocimiento de que
existe un ego que nos separa. “Bueno, si el ego nos separa,
separémonos”. Es muy lógico, muy corpóreo. Esta es la posición de
Nimrod. La posición de Abraham era totalmente
diferente: No hay necesidad de que nos separemos, sino más bien de que
nos conectemos, y luego, en la conexión mutua correcta, encontraremos el
camino hacia el próximo estado, hacia un estado llamado realmente Adam (un ser humano), derivado de la palabra hebrea “Domeh”, asemejarse a la naturaleza superior. Llevaremos a la humanidad hacia la
homeostasis, hacia la armonía con toda la naturaleza no sólo con nuestra
naturaleza. Estableceremos la armonía entre nosotros, incluyendo en
ella al ego (después de todo, no podemos escapar de él), de tal forma
que lo incluyamos de manera correcta, trabajemos por encima de él y lo
utilicemos correctamente, es decir, no en aras de la competencia, sino
para la conexión entre nosotros contra nuestro amor propio que nos
separa. Aquí utilizamos un método totalmente
diferente y activamos las fuerzas que son opuestas en la naturaleza: el
más (+) y el menos (-), la atracción y el rechazo, etc. Nosotros
equilibramos las dos fuerzas opuestas entre sí y con el tiempo
descubrimos una existencia totalmente nueva, que es altruista, no
egoísta. La creamos por nosotros mismos, por encima de nuestro ego con
ayuda de él. Por lo tanto, el ego es llamado ayuda en contra. Eso fue lo
que dijo Abraham. En general, Nimrod ofreció una solución
parcial: que nos alejáramos un poco unos de otros, que compitiéramos
unos contra otros y viviéramos una buena vida, etc. Al mismo tiempo,
poblamos la tierra y nos multiplicamos, puesto que el ego se volvió
hacia diferentes direcciones: queremos más hijos; queremos construir
más, crear más, conquistar más, etc. Por lo tanto, el ego lleva a la
persona de una pequeña casa en la aldea al dominio, las conquistas y
así sucesivamente. Pero esa todavía no es la solución al
problema, sino simplemente el llenado de lo que despierta en mí ahora,
es decir, los impulsos y las fuerzas egoístas que se esconden en mí. Por
lo tanto, esa no es una solución global, ni la salida al siguiente
nivel de existencia; no mira hacia el futuro. Por otro lado, Abraham no demuestra su
enfoque. Su prueba es lógica, mientras que Nimrod es práctico. Nimrod es
materialista, mientras que Abraham es en realidad un idealista, hasta
cierto punto. Afirma que si ascendemos por encima del ego, alcanzaremos
el siguiente nivel de existencia. Toda nuestra civilización puede
ascender a este nivel. Sin embargo, el ego que está revelándose
en nosotros y que nos separa de la existencia corporal no puede
utilizarse como estamos acostumbrados a hacerlo porque, al final, sólo
nos haremos daño unos a otros cuando tengamos que juntarnos de verdad.
Cuando nos reunamos, seremos semejantes a la grandeza de la naturaleza
que es totalmente global, integral y que está en completa armonía. La naturaleza general y su única fuerza
es llamada nuestro Creador. En la medida en que nos parezcamos a esta
inmensa creación y a esta fuerza, empezaremos a revelarlo y a adaptarnos
a él, a conectarnos, a parecernos, y a acercarnos a ella. Entonces
comenzaremos realmente a sentir al mundo en el que vivimos, la pequeña
tierra y las relaciones entre nosotros, y a ascender hacia una nueva
dimensión.
Pregunta:
Lo qué dice Nimrod tiene sentido y todos lo ven. Es posible sentirlo.
Si nos separamos realmente seremos mejores. Hoy en día cada uno de
nosotros vive en su propio país, en su propia casa, en su propia
esquina, y nos gusta esto. ¿Quiénes son las personas extrañas que
siguieron a Abraham?
Dr: Laitman
Imaginen que hay quienes sienten que les falta algo en la evolución
egoísta y no se sienten satisfechas con ella. El ego, que está oculto
en los pocos que se unen a Abraham, les dice: ustedes deben salir,
alcanzar, conquistar y desarrollar… pero hacia arriba. Esto significa no
en el sentido corporal, sino en saber quiénes son, de dónde vienen, y
para qué viven. Quiero avanzar en la línea de tiempo y
saber qué hay más allá del mundo en el que vivimos. Quiero entender de
dónde viene todo esto y a dónde puedo llegar al final. El punto es no desarrollar los deseos
que están en mí en este momento. Supongamos que yo los desarrollo y
tengo una villa en vez de un apartamento pequeño y me vuelvo un gran
científico, un experto de primera clase y todo lo que ello implica. veo
esta imagen y no es suficiente.
Pregunta:
Esto significa que ve usted a la gente que se negó a seguir la lógica
materialista simple como personas sabias que pueden ver lo que les
depara el futuro.
Dr: Laitman
Ellos no sólo ven el futuro como Nimrod, cuya decisión pospuso la
necesidad de afrontar el problema desde hace miles de años. Se trata de
personas con un deseo egoísta diferente, que entienden por qué las otras
personas siguen a Nimrod, pero tienen que encontrar una respuesta a la
pregunta sobre el sentido de la vida. Ellas no están interesadas en
vivir una vida mejor, sino en el sentido de la vida y aquello a lo que
apuntan está en todo lo que hacen. Si no resuelvo esta cuestión, yo
simplemente no tengo fuerzas para actuar. Cuando no hay un significado,
esta vida no me interesa. Es insípida y sin sentido y no hay
aspiraciones. “Así que estudiaré, trabajaré y me mantendré yo mismo de
alguna manera…”, pero este en realidad es un estado de depresión. Tengo
que saber para qué necesito todo esto. El final de mi vida, el cual se
supone que es en otros treinta o cincuenta años, está aquí, ahora y yo
me preocupo por lo que hay más allá de eso. En otras palabras, tengo la
sensación global en mi ego que no está limitado por la vida ordinaria:
un hogar, una familia, etc., y por lo tanto no puedo seguir viviendo
así. Hay gente así. Rambam (Maimónides), el
gran cabalista del siglo 11, dice que Abraham recogió cerca de 5.000
partidarios que concordaban con él. Ellos sentían que les convenía y que
él pensaba como ellos y había encontrado una forma de trabajar con el
tipo de ego que los caracterizaba, es decir con el ego que quiere saber:
“¿Para qué vivo, y qué se oculta detrás de eso; quién me eleva y hacia
donde me dirijo? etc.”.
Pregunta:
Resulta que los que seguían a Abraham eran todas las diferentes
personas deprimidas que no estaban satisfechas con lo que este mundo
puede ofrecerles.
Dr: Laitman Precisamente. Se sintieron vacías, lo siguieron y él los sacó de sus hogares hasta el desierto. Abraham les enseñó a sus alumnos que es
posible avanzar sólo al ascender por encima del ego y por medio del uso
correcto de él. Nimrod se desarrolló utilizando el ego y nosotros
también, pero nosotros nos desarrollamos por encima de él. Él está
dentro del ego, mientras que nosotros estamos por encima del ego. Este sistema funcionaba en ellos, a
pesar de que su vida no era tan fácil: un desierto en el exterior y un
desierto en el interior. Por otra parte, Nimrod llevó a sus partidarios
con banderas rojas y consignas de “avance” hacia la victoria de los
trabajadores egoístas, hacia metas claras y satisfactorias. El entorno
los apoya, todos están contentos, avanzando y cantando alabanzas a
Nimrod. Aquí, sin embargo, el desarrollo es
diferente, en el vacío. Después de todo, ustedes no se desarrollan en el
ego, así que tienen que encontrar otro punto de desarrollo, el cual se
revela al salir de uno mismo y conectarse con los demás. Todo su trabajo
es crecer fortalecidos y construir la salida a partir de sí mismos. Es más, el ego ve como si este trabajo
no condujera a ninguna parte y nunca produjera ningún resultado
positivo. La fórmula habitual: “trabajen un poco y entonces recibirán un
pago”, no funciona aquí. En la vida común ustedes pueden esperar un mes
o un año, el ego simplemente entra en un proceso de preservación y
espera a sabiendas de que con el tiempo reciba el pago y que cuanto más
espere mayor será la recompensa. Pero aquí todo es diferente. Aquí
ustedes nunca reciben nada en sus deseos actuales porque son egoístas.
Tienen que salir de ellos y establecer una dimensión totalmente nueva
por encima de ellos, existir en un nuevo nivel. Toda su existencia se
centra en el otorgamiento y todo su placer y su llenado serán con el fin
de otorgar. Cuanto más placer pase a través de ustedes hacia los demás,
mejor será el resultado.
Pregunta: Entonces, ¿qué le daba energía a estas personas? Ellas trabajan constantemente y no reciben nada…
Respuesta:
Ya es un desierto espiritual, un vacío interior y lo que les da
energía es la atracción, la convicción interna de que no hay otro punto
de nuestra existencia, ¿para qué? ¿Se trata de correr como todos en
busca de ganancias? Hay muchas personas en este mundo que
viven de acuerdo a un principio diferente, como los artistas y pintores,
por ejemplo. Ellos tampoco persiguen objetivos materiales, sino que
buscan una recompensa más interna que les traiga gran placer, aunque sea
egoísta. Aquí, sin embargo, tenemos que crear
vasijas de percepción totalmente nuevas que son externas a nosotros. Si
nos conectamos, se creará un estado en el que estoy dispuesto a darlo
todo a los demás y a existir exclusivamente en ellos, en el cual mi “yo”
se derrite y desaparece totalmente en ellos. Pero entonces un nuevo
“yo” existe en ellos y yo comienzo a sentir que soy verdaderamente libre
de mi naturaleza actual. Esto es lo que ellos quieren. Esto es lo
que Abraham les enseña: la forma en que todos pueden salir de sí mismos
con la ayuda de otras personas que les ayuden a exponerse a sí mismos y
a deshacerse de las viejas “vestiduras”. Él no puede hacerlo por sí
mismo, pero juntos se deshacen de las cadenas de su ego y cuando eso
sucede, ellos se vuelven figuras espirituales reales. Se deshacen de sus vestiduras egoístas,
utilizándolas correctamente, ya que están por encima de ellas y se
conectar con su nuevo impulso. Entonces, a diferencia de los seguidores
de Nimrod que establecen una comunidad egoísta, ellos juntos establecen
una comunidad altruista que se funde en un todo, porque cada uno sale de
sí mismo hacia los demás. Entonces empiezan a sentir, a aceptar,
a ser llenados por la fuerza de la naturaleza que existe y rodea toda
la realidad, incluyendo nuestro mundo egoísta, los deseos egoístas y la
forma en que la imaginamos, pero esta fuerza no la sentimos aquí dado
que no podemos sentirla sin tener una vasija adecuada para sentirla.
Allá sin embargo creamos nuevos sentidos que se asemejan a la fuerza
integral. Esto le llamamos que el Creador se inviste en los seres
creados.
Pregunta: Esto significa que ellos no reciben placer.
Dr: Laitman
Ellos reciben gran placer; llenado absoluta para todos sus deseos, pero
no en los viejos deseos que nunca estuvieron destinados a recibir nada.
Cuando atraviesan el desierto, dejan de ser criatura receptoras para
convertirse en criaturas otorgantes y se unen al trabajo con el fin de
otorgar, junto con gente como ustedes, empiezan a ver el mundo como un
mundo de fuerzas en vez de un mundo corpóreo: un gran número de fuerzas
existentes en perfecta armonía y ahora ustedes son parte de ellas. A
esto es a lo que le llamamos el mundo espiritual. Esto es lo que enseñó Abraham. Esta fase es llamada Adam (hombre), similar (Domeh) al Creador, a la fuerza única. El vacío que ellos sintieron se
convierte en la vasija en la que ahora entra el placer. Se llenan de
alcance, conexión, sensación común y mutualidad, cuando todas las
fuerzas, los atributos y la energía de la naturaleza, no de la
naturaleza de nuestro mundo, sino de la realidad general, pasan a través
de ustedes. Existen en una nueva dimensión que es eterna y plena.
Pregunta: ¿Sintieron ellos todo eso cuando siguieron a Abraham?
Dr: Laitman
En principio sabían que sin este alcance la vida no tenía sentido.
Ellos no sabían nada más que eso. Es posible que de alguna manera lo
hayan adivinado al sentir que había algo más allá de esto, pero en
general, fue el ego por supuesto lo que los empujó hacia adelante. Este grupo se convirtió en el fundamento
de la nación judía. El pueblo judío son esas 5.000 personas que se
reunieron en un todo por encima de su ego en un anhelo altruista por un
deseo común, un pensamiento común, como un hombre con un corazón, en un
solo pensamiento. Israel es llamado “Yashar El”,directo al Creador, y la conexión general es llamada Adam. Por lo tanto, a pesar del combustible
egoísta, esta conexión, esta nación, se creó y se consolidó según una
perspectiva espiritual que es altruista y no egoísta. Ellos venían de
diferentes tribus que vivían en Mesopotamia y eran personas totalmente
diferentes. Incluso hablaban diferentes lenguajes que apenas se
formularon en ese momento. No tenían nada en común, excepto su anhelo de
avanzar. Abraham unió a todas estas personas, y
ellos recibieron un lenguaje común, el hebreo, puesto que este es el
código más preciso y más corto que se deriva de su realización
espiritual, en el cual es posible transmitir discernimientos
espirituales, matemáticas espirituales, la combinación de diferentes
fuerzas. Por lo tanto, este lenguaje fue creado a partir del anhelo
diario por avanzar hacia la conexión.