Aunque el
intelecto niegue esta descripción, piensen por sí mismos, si hay una
táctica por medio de la cual se incremente el amor y uno no se aumente,
eso también se considera un defecto.
Es como una persona que le da un
gran regalo a su amigo. El amor que aparece en su corazón durante el
acto es diferente al amor que permanece en el corazón después de los
hechos. Más bien, se desvanece gradualmente cada día hasta que la
bendición del amor puede ser totalmente olvidada. De este modo, el que recibe el
regalo debe encontrar todos los días una táctica para que éste sea nuevo
ante sus ojos cada día. Todo esto es nuestro trabajo, mostrarnos el
amor entre nosotros todos y cada uno de los días, como el que recibe el
regalo”. Desde el lado del Elyon
(superior) nada ha cambiado desde el principio de la creación, a lo
largo de todos los puntos en el proceso de la evolución hasta el final
de la creación. Todo se desarrolla sólo de acuerdo a nuestra percepción,
de tal forma que reunamos todos estos puntos durante nuestro desarrollo
y en cada uno de estos puntos descubramos Ein Sof, el amor
absoluto, “no existe nadie más aparte Él,” que Él es el bien que hace
el bien, y que además de esto no existe nada, además de la adhesión con
el amado. No hay cambios en la actitud del Creador
hacia nosotros, y lo que debemos lograr es que nuestra actitud hacia Él
tampoco cambie. De manera que si la persona siente a veces dentro de sí
misma la emoción repentina del amor, ella debe saber que esto le viene
como un ejemplo. Ahora ella debe despertar en sí misma esa sensación a
través del entorno, del estudio y de la oración, invirtiendo toda su
energía y usando todos los medios en aras de esta. Ella debe enfocar toda su atención sólo
en una cosa, porque nosotros debemos alcanzar este amor, no en algún
momento posterior, sino que en cada momento debemos descubrirlo dentro
de nosotros. En cada momento, tenemos que tratar de sentir dentro de
nosotros el amor, utilizando todos los medios de pertenecer a la
adhesión con el Creador. Debemos ser hallados en una inclinación así,
incesante, porque a cada momento nuestras sensaciones cambian y nosotros
estamos obligados constantemente a renovarla una y otra vez. Así es
como nos adherimos a los medios que nos conectan con el Creador y luego
nos conectamos con el Creador con conexiones de amor a través de ellos. La persona debe recordar todos sus
pensamientos y emociones, renovando los recuerdos asociados con el
descubrimiento de la conexión, el amor y la devoción. Esto se llama
hacer un pacto con el Creador. El olvido le llega a la persona todo el
tiempo, sin embargo, ella siempre debe renovar sus sensaciones y
regresar a ese amor. De acuerdo al ejemplo que se le da desde arriba,
ella tiene que tratar de alcanzar desde abajo la misma devoción.
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