Es por eso que este es el primer artículo del libro Shamati
(He escuchado) por supuesto, es la base de la búsqueda de la
persona con respecto a su Fuente. A menudo, nosotros nos olvidamos de
esto durante mucho tiempo y entonces este tema nos pasma de nuevo. Otra vez se nos olvida, de nuevo retornamos a él. Éste siempre se
despierta y nos obliga a despertarnos. El hecho es que es difícil que la
persona se ajuste nuevamente desde el estado en el que estaba
desarrollándose al estado de hacerse consciente de la fuerza superior,
de contactarse con esta, hasta el punto de adherirse a ella. Básicamente, ¿qué debe alcanzar la
persona? Tiene que admitir que todo lo ocurrido hasta el momento actual
fue realizado desde arriba, que ella misma no participó en eso en
absoluto y que todo lo que le sucederá después, dependerá de cuanto se
aferre al contacto con la Fuerza superior, la fuerza única que controla
el universo, al contacto que se le reveló de nuevo por medio de esta
fuerza de lo alto. De ese momento en adelante, la persona tiene libre albedrío
para utilizar las diversas herramientas y todo tipo de mediaciones,
para arreglar este tipo de ayudas, trucos y recordatorios a su alrededor
que la empujan constantemente hacia la conexión con la fuerza superior
que se le ha revelado por un momento, para no alejarse de esta conexión. Sin lugar a dudas, esta fuerza superior
provocará de nuevo diversos estados en la persona. Por regla general,
este es un estado de rechazo, repulsión. Por lo tanto, se trata de un
“juego”. Los cabalistas lo comparan con un juego de dos amantes, con el
“coqueteo”: el Creador se revela y luego Se distancia para aparecer de
una forma diferente, desde una perspectiva diferente. Esto está muy bien
descrito en el “Cantar de los Cantares”, un trabajo especial dedicado a
este “cortejo” mutuo. Por cierto, este existe en todos los
niveles. Es cierto que nosotros no lo notamos en el nivel vegetativo y
menos aún en el nivel inanimado; sin embargo, hay claros movimientos
rituales en el nivel animado antes del apareamiento, del acercamiento,
de la unión. Es todo un lenguaje con un enorme “vocabulario” además,
cada tipo de animal tiene su propio lenguaje. Pero como animal altamente organizado,
el ser humano tiene su lenguaje más avanzado, más complejo, hasta el
punto de no entenderse unas personas con otras o lo contrario, debido a
que son capaces de alcanzar a los demás y establecer cierto contacto. Este lenguaje se manifiesta no sólo
entre un hombre y una mujer, sino entre dos personas cuando ellas se
comunican, se atraen o se rechazan mutuamente. Este es un lenguaje de comunicación muy
difícil, que aparece en nosotros de manera casi inconsciente y algunas
veces consciente. Los politólogos, sociólogos, psicólogos se dedican a
este ámbito, en esencia, a esta vasta cultura que hemos creado y que
está en constante evolución. No se trata de un lenguaje verbal, sino del
lenguaje de las sensaciones, del lenguaje del movimiento, de la música,
de todo tipo de expresiones, del lenguaje de las expresiones faciales,
miradas, movimientos, todo junto. Sin embargo, todo esto es una pequeña, “pobre” miserable fracción de las sensaciones y movimientos del alma, que descubrimos en la relación con el Creador. Allí se revela el poder de las diversas insinuaciones, todas las cuatro etapas:
- interpretación simple de nuestras sensaciones (Pshat);
- insinuación (Remez);
- interpretación (Drush), pero más profunda;
- significado oculto (SOD), es decir, la parte más oculta, qué es lo que queremos decir con todo esto.
En estas cuatro partes, cuatro etapas de
nuestra relación con la Fuerza superior, con el Creador, nosotros lo
revelamos a Él, revelamos el contacto entre nosotros y comenzamos a
hacernos conscientes de quiénes somos, qué somos, cómo nos creó Él, cómo
nos controla Él, cómo nos desarrolla Él, cómo juega con nosotros como
con un niño, mostrándonos distancia y cercanía, mostrándonos gota a
gota alegría, tristeza, ira, dolor, etc. También nosotros jugamos de
esta manera con un niño, le mostramos varias caras, jugando ante él con
expresiones de sentimientos en el nivel que él pueda entendernos. El
Creador se comporta con nosotros de la misma manera. Nosotros necesitamos sintonizarnos aquí
con este diálogo, con esta conversación, con este “flirteo”, con este
intercambio de emociones, entendiendo que cada pensamiento y sensación
que surgen en nuestra mente y corazón, inicialmente proceden de Él, como
se nos dice: “Yo soy el primero”. Junto con lo que aparece en nosotros,
simultáneamente con esto, nosotros recordamos, en vez de ser el Creador
quien nos lo recuerda, que esto está relacionado con Él. Entonces, el
movimiento, el “testigo de relevo” pasa a nosotros. ¿Cómo reaccionar? Así está arreglado el “coqueteo”: por
una parte, el movimiento hacia adelante, al parecer hacia atrás y por
el otro lado, el movimiento casi hacia atrás, pero en general hacia
adelante y así sucesivamente. La razón es que no puede haber llenado
sin un sentido de carencia. La saciedad sólo es posible si previamente
se sintió hambre. En general, todo este juego está
diseñado para desarrollar en nosotros un verdadero deseo absolutamente
claro, dirigido nada menos que hacia lo que es llamado el “Creador”. Esto nos lo dan a conocer a partir de todas las otras posibilidades. A
la persona se le da todo en esta vida y al mismo tiempo, se le revela
gradualmente sólo un “pasaje estrecho” que ella tiene que buscar, en el
que tiene que quedarse, no apartarse de él, sin vagar por los bosques
de los alrededores, campos y arbustos, sino regresando todo el tiempo a
este sendero. ¿Cómo puede definirse esto? Cada vez es
un problema. ¿Cómo puedo encontrar al Creador detrás de todo lo que me
pasa? ¿Qué puedo hacer yo para que esto se manifieste en mis
sensaciones? Es posible describir todo esto en
palabras bonitas, pero al final será filosofía, tal vez con diagramas,
con matemáticas, pero sólo como ayuda miserable. Yo tengo que tomarlo a
Él y no permitir que este contacto interno se vaya, esta es la
realización: Él lo llena todo, Él lo organiza todo, Él lo arregla todo y
sólo Él existe. Un enorme universo se dibuja en mi
imaginación: inanimado, vegetativo, animado, criaturas humanas, objetos,
todo esto es Él. El Creador esboza todo esto en mi imaginación. Él
dibuja nuestro mundo imaginario dentro de mí, deseando que yo vea más
allá de la imagen, me suelte gradualmente de ella y lo perciba a Él, la
única fuerza que atrae todos los detalles que hay en mí, para que yo
cambie desde mi percepción corporal a la espiritual en la que no existe nada además de un sensación desnuda, manifiesta. Lo más importante es aferrarme al
comienzo de la conexión con el Creador, sea como sea, aunque sea vaga y
confusa, esto no importa, sólo tengo que empezar a desarrollarla. Es
decir, trato de definir ahora: cuáles son los obstáculos que hay frente a
mí, de tal manera que debido a ellos, yo me “aferro” a Él con más
fuerza. ¡No desechen estos obstáculos, no los dispersen en diferentes
direcciones, irrumpiendo hacia adelante, no! El Creador me los da a
propósito, para que junto con ellos, yo lo alcance a Él sin negarlos,
sin eliminarlos. De lo contrario, al parecer yo rechazo aquellos medios a
través de los cuales Él quiere establecer una conexión más fuerte
conmigo. Esto es muy importante. De hecho, en
este caso, lo que yo vea en la vida de ahora en adelante también
proviene del Creador y sólo con el propósito de que me acerque a Él, que
quiera revelarlo a Él. Es posible revelarlo a Él sólo cuando yo
transformo todos estos obstáculos en nuevas “capacidades” con respecto a
nuestras relaciones en las que emerge un mayor contacto entre Él y yo. Nos parece que es difícil, duro,
imposible, pero no lo es. Aquí, la persona tiene que admitirse cada vez a
sí misma que ella está enfrentando este tipo de problemas “obstáculos”, los cuales puede superar, tiene que superar y en los que
hay una mayor conexión con el Creador, en los que el Creador la espera a
ella. Lo más importante al superar estos
obstáculos es que la persona tiene que trabajar en contra de su egoísmo.
Es decir, estos le parecen grandes e impenetrables, puesto que
obstaculizan por medio de nuestro egoísmo. Pero tan pronto como yo los mueva hacia
un lado, tratando de trabajar en otorgamiento, no para mí, no hacia mí
mismo, no para jalar algo hacia mí, cuando empiezo a descubrir la
conexión con el Creador en la forma correcta, es decir, cuando me olvido
un poco de mí mismo y trato de descubrirlo sólo a Él, no en relación a
mí mismo, sino de la manera en que Él es, la propiedad eterna de
otorgamiento y amor que existe por fuera de mi “yo” que aún es egoísta,
entonces puedo revelar con relativa facilidad todos los obstáculos que
están ante mí. Esto es llamado “fe por encima de la
razón” en nuestra terminología. Es decir, todo lo que sucede dentro de
mí y todo lo que sucede a mi alrededor, son los únicos obstáculos
diseñados especialmente para la revelación del Creador. Ustedes pueden
no llamarlos “obstáculos”, sino el “medio” para Su revelación. Así, yo revelo la fuerza de otorgamiento, amor, me ajusto a un mayor otorgamiento y amor que cada vez tiene
menos relación conmigo. Con base en este avance, es posible ver que cada
vez aparentemente me quito mi “yo”, alejándome de este y conectándome
constantemente con el Creador con mayor conciencia de que no existe
nadie más parte de Él, hasta el punto en que todos estos obstáculos
terminan y se me revela realmente que no existe nadie más aparte de Él,
sólo queda de mi la primera Reshimo básica. Todo el ego que la
rodeaba (el así llamado “corazón”), todo excepto el punto en el corazón
fue retirado. Yo mismo lo corté por “capas” gradualmente, entrando todo
el tiempo sólo en el atributo de otorgamiento, en el Creador. Pero cada vez, según la medida de mi
avance, yo tengo mayores problemas. Creo que estoy aún más lejos de la
meta. Después de todo, si el amor tiene que crecer, entonces en
consecuencia, el egoísmo también tiene que fortalecerse. Por eso, cada
vez que me parece que estoy más lejos de la meta, que los nuevos
estudiantes son más avanzados, tienen tal aspiración, tienen todo para
esto y yo estoy en alguna parte del patio trasero. Fui empujado a un
lado, como si ellos me retiraran. Tal vez, el Creador se olvidó de mí
por completo, no creo ser capaz de hacer algo. Todos experimentan esto,
los mismos estados. ¿Por qué este Creador hacer esto? Hasta
un determinado estado, Él lo hace para que nosotros nos esforcemos por
alcanzarlo a Él. Entonces nuestras fuerzas se debilitan gradualmente,
nosotros nos desviamos y hacemos otra cosa que no tiene relación. Además, también es necesario afrontar
temas no relacionados, no en palabras, ya sea en el estudio, en la
difusión, etc. En realidad, esto no es algo ajeno. Este es el movimiento
hacia adelante, como si fuera un medio alternativo de revelar al
Creador. Del mismo modo, un hombre corteja a una
mujer y deseando atraer su atención le da un regalo o tal vez le regala
algo a su madre, o, por ejemplo, repara o instala algo en su casa. Así,
él la afecta indirectamente, pero a través de algunas formas
alternativas y con esto la atrae hacia él. Por lo tanto, nuestro movimiento hacia el Creador también cubre un “carril” bastante amplio. Pero aun así, al final, llegamos a un
estado en el que nos parece que esto podría continuar durante un millar
de años, pero no llegaremos a nada. La única cosa que puede incrementar
nuestro movimiento hacia el Creador es la envidia del grupo y los
amigos. Parado detrás de ustedes durante la
reunión de amigos, escuchando sus palabras durante las comidas, yo fui
imbuido con las impresiones. Después de todo, los estudiantes son más
inspiradores. Es por eso que mi consejo para el futuro es encontrar
estudiantes. Ustedes serán inspirados por ellos más que por los amigos y
más que por el maestro, porque aquí actúa más la envidia. La envidia es
la herramienta más importante en el desarrollo de nuestro deseo, de
nuestra aspiración por avanzar. El deseo inicial se nos da desde arriba, nosotros mismos tenemos que desarrollarlo más, a cultivarlo y esto
no es tan fácil. Al principio, yo me encuentro en un
grupo, empiezo a envidiar a los amigos debido a que son grandes y yo
soy un principiante. Es decir, el proceso ocurre de forma natural: estoy
creciendo como un niño pequeño que está aprendiendo de los adultos,
envidiándolos y deseando ser como ellos. Entonces, esto desaparece gradualmente,
como si yo creciera y me volviera adulto. Después de un par de años de
estudios en el grupo, ya los conozco a todos y lo conozco todo, lo
entiendo todo. Ahora tengo una impresión diferente, como si no hubiera
nada más elevado que yo, pero hay personas como yo. Aquí es donde
surge el problema. Los cabalistas nos escriben que debemos
ver a nuestros amigos como superiores a nosotros mismos, como los más
grandes de la generación. Mientras tanto, incluso el maestro no es muy
elevado, no es grande ante mis ojos y los amigos tampoco son grandes.
Es difícil de cultivar esta conciencia; es difícil trabajar todo el
tiempo en ella. Esto va en contra de mi egoísmo y es necesario hacer
esto todo el tiempo: ser inspirado por los amigos, al mirarlos desde el
costado. Especialmente en la reunión de amigos,
en cualquier caso, no desatiendan lo que ellos están diciendo. Si es
necesario, dense “una bofetada en sus mejillas” internamente. Durante la
reunión de amigos, ustedes deben mantenerse alejados de los
pensamientos despectivos, si los tienen, “córtenlos” literalmente.
Sucede, “bueno, ¿qué hay que escuchar aquí? Hemos escuchado esto muchas
veces” Esto es lo más dañino. Estas pruebas se nos dan desde arriba y
la persona debe hacer algo consigo misma. Es difícil. Esto les pasa a todos; les
ocurrirá a todos y aún peor que ahora. El hacer caso omiso de los
amigos se les da específicamente y sólo los ayudará el trabajo serio
sobre sí mismos, el trabajo en el que ustedes son sacudidos mientras
avanzan hacia la reunión de amigos, temblando de miedo de que durante
esta reunión comiencen a pensar en algo personal o a descuidar lo que
oyen. Estos pensamientos se los envían desde arriba y debemos hacer
todo lo posible para trabajar en ellos. Si yo no veo a los amigos como
más elevados que yo, no seré capaz de relacionarme con el Creador. Él
pone este obstáculo ante ustedes y si ven que “no existe nadie más
aparte de los amigos”, como escribe Rabash, entonces pueden decir que “no existe nadie más aparte de Él”. Sólo en los amigos revelarán al Creador. Lo que es aún más importante con los
estudiantes: Ustedes comienzan a envidiarlos y de repente ellos dices
frases maravillosas, y ustedes no se encuentran en este estado, no puede
estar en línea con ellos. El Creador también actúa a través de ellos, y
aquí ustedes tienen una mayor envidia. Por un lado, se nos dice que un hombre
no envidia a su hijo ni su alumno, pero en la espiritualidad esto
sucede; además, va acompañado por una verdadera alegría. Se expresa
inmediatamente el autocontrol, “¿ qué hay de mí?” O “¡miren, como lo
empujé, a donde llegó! ¿Y yo?” Esto ocurre en el egoísmo residual. Como resultado, la persona ve que nada
le ayuda. Pero esto ocurre sólo después de haber trabajado arduamente
con la ayuda de sus amigos: bajó la cabeza y aplicó mucho esfuerzo,
obteniendo de ellos nuevos deseos, aspiraciones, envidias, etc.
Entonces, comienza lentamente a tomar conciencia de la inutilidad de sus
esfuerzos. Ella simplemente se da por vencida debido a la debilidad y
se forma la realización de que sólo el Creador puede ayudarla. Por eso se nos dice: “A través del amor
de amigos, se alcanza el amor del Creador”. En el grupo, en los amigos,
en todo lo que yo participé, tratando de alcanzar al Creador, se me
muestra una nueva etapa de trabajo, una comprensión de que tengo que
pedirle exactamente que yo dependa completamente de Él. Aquí nos
acercamos a la situación en que “no existe nadie más aparte de Él”. Es imposible llegar a este estado de
forma automática; el grito no surge por sí mismo. Todo será artificial, a
medias. La verdadera plegaria aparece sólo después de una decepción
total de todas las herramientas, de todos los medios con los que
previamente he tratado de trabajar. Además, a pesar de esta decepción, yo no
puedo abandonar la meta deseada. Por el contrario, por el sólo hecho de
haberme esforzado, tratando de alcanzar el atributo de otorgamiento y
amor, es decir, de revelar al Creador, ahora con los medios que
acostumbro, como sobre base sensible para la Luz, comienza a aparecer
por la fuerza la necesidad de apelar al Creador, de obligar a que Él se
revele. Hasta el fin, éste será una decisión consciente e informada, “Si
yo deseo revelar al Creador, entonces deseo anular mi ego
completamente, anularme a mí mismo”. Si realmente he descubierto que no
existe nadie más aparte de Él, esto significa que no existe nadie,
incluyéndome a mí, excepto el Creador. Por eso, ninguna recompensa,
ningún placer, ninguna satisfacción queda por fuera del asunto. A este estado estamos acercándonos
gradualmente. La persona está preparada para ello. “¡Yo no necesito
nada, ni me necesito a mí, ni necesito nada para mí, de ninguna manera.
No quiero recibir nada, no quiero ser llenado de ninguna manera; no
quiero saber ni ver nada! No necesito Tus señales en mi egoísmo. Lo
único que necesito es estar absolutamente inconsciente incluido dentro
de Ti, en lo que existe, incluso si yo desaparezco”. En esta etapa, la persona empieza a
adentrarse y a integrarse dentro del Creador, dentro de esta única
fuerza o campo, y ésta comienza a trabajar sobre ella, desarrollándola
en una dirección completamente diferente. De la misma manera, una gota
de semen sale de un cuerpo y entra en el otro, pero durante la
transición ésta fue una Reshimo pura, sólo un registro de información y nada más. Por supuesto, justamente durante las
primeras etapas de mi desarrollo espiritual, yo comienzo a comprender
que no hay nada negativo en nuestra vida. No hay obstáculos que me
entorpezcan; no hay nada dañino, todo está organizado por esa única
fuerza, si existe algo más en el mundo, entonces esto existe solo
porque soy como eso y lo necesito para alcanzar la meta. Es por eso que como escribe Baal HaSulam,
incluso el fenómeno más dañino en nuestro mundo no puede ser destruido
simplemente. Ustedes no pueden siquiera desear que desaparezca porque lo
necesitamos para nuestra corrección. Es como nuestra copia, como la
proyección que hay por fuera de nuestro estado interno. Los diversos
obstáculos, problemas, enemigos, desastres ambientales, guerras, lo que
sea, todos son el reflejo de mis problemas internos. Es por eso que yo
incluyo nuevamente todo esto en el principio de “no existe nadie más
aparte de Él”. Pueden revisarse ustedes mismos, “¿Me
siento de la misma manera en un ascenso que en un descenso?” Si no, no
estoy incluido en este principio. Por regla general, esta revisión se
realiza en nuestros estados espirituales, pero es posible hacerlo también en la vida diaria, aunque para esto, como escribe Rabash, se necesitan habilidades especiales adicionales. Así que ustedes deben estar agradecidos
por todo. La gratitud es que yo concuerdo con Su gobierno que me
“jala” hacia Él; yo lo acepto, a pesar de los altibajos, obstáculos y
por el contrario, lo hago desde todos los puntos de vista. Esto no significa que yo menosprecie mis
buenos estados (aunque son buenos para mi egoísmo, para mis deseos
egoístas) ni que no note mis malos estados. No, yo quiero elevarlos al
nivel en el que no existe nadie más aparte de Él, tanto que los buenos y
los malos estados se sientan como provenientes del Creador. Y si estos
vienen de Él, entonces solo pueden ser buenos. Por lo tanto, esto me
obliga a elevarme por encima de mi egoísmo, a dejar de sentir las cosas
con un signo “más” (+) o un “menos” (-), pero a sentirlas en valor
absoluto. Se nos dice que la persona tiene que agradecer por el mal así
como por el bien. Para comprender algo y trabajar en las
condiciones de este “coqueteo”, yo necesito sentirme como parte Suya,
sabiendo que si me siento mal, entonces yo lo molesto a Él. Nada puede
hacerse, yo tengo que adaptarme, adaptar mis propiedades de esta manera,
aunque todavía no pueda imaginar qué es esta buena fuerza absoluta.
Por supuesto, estos no son obstáculos ni cambios para ella. Lo sabemos por las propiedades de Bina en relación con Maljut. El Creador creó el deseo y quiere darle placer. Es decir, Él tiene un deseo vacío para dar placer, como en Bina en relación a Maljut y además, es mucho más grande que nuestro deseo de disfrutar. De esta manera, si la persona hace
buenas obras, realmente encaminadas hacia la meta, tiene que desear
sentir que de esta forma ella complace al Creador. Por el contrario, si
no puede actuar correctamente, al estar en algún lugar o comportarse de
manera equivocada, tiene que tratar de sentir que así ella perturba el
Creador. Lo importante no es cómo me siento, lo que importa es qué
siente Él con esto. Yo le transfiero a Él el resultado de mis esfuerzos
y lo importante para mí es lo que ocurre en Él. Así, yo salgo de mi
egoísmo y trato de conectarme con Él. Este es uno de los elementos del
“coqueteo”: aquel con quien estoy en esta relación se vuelve más
importante para mí que yo mismo. Constantemente observo: “¿Qué ocurre
dentro de Él? ¿Cómo puedo hacer algo bueno y agradable para Él? “Estos
son los elementos del amor. Si nosotros amamos, queremos “darle regalos”
todo el tiempo a esa persona, deseamos hacer algo agradable, bueno,
amable, para complacerlo, etc. Yo le transfiero esas sensaciones desde
mí mismo al Creador y quiero controlarme solo por el hecho de lo que
causo en Él. Se mantiene el mismo enfoque cuando hago
algo bueno o malo, Él produce algo bueno o malo en mí, cuando tales o
cuales sensaciones asociadas con la distancia o cercanía se me envían a
mí directamente. Yo también transfiero esto hacia afuera. Después de
haber experimentado una sensación, de inmediato compruebo y cuido, “¿qué
produce esto en Él?” Si Él me rechaza, yo no puedo llenarlo a
Él, no puedo complacerlo a Él y esto me pone triste. O si, por el
contrario, Él me atrae y yo me siento bien por eso, si empiezo a
entender más, a sentir más, entonces tengo que tratar de sentir que de
esta manera yo le doy placer a Él, lo lleno a Él.
Yo tengo que trabajar constantemente
conmigo mismo como para la persona amada. Este estado en el que
cambiamos para darle gozo a Él, es el camino directo hacia la meta, a la
completa adhesión