La humanidad
se desarrolló de manera egoísta a largo de la historia, durante la cual
el intelecto, la emoción crecieron, ya nos han acostumbrado a esto y
lo aceptamos como algo correcto. Para nosotros, esto es evolución.
Dentro de nuestras emociones e intelecto tenemos cada vez más
discernimientos, detalles acerca de nuestro mundo y nos parece que de
ésta manera avanzamos. Realmente, ¿qué más podría haber? Cuanto
mejores sean nuestros telescopios y microscopios, a mayor profundidad
que vemos. Cuanto más intenso se vuelvan nuestro radar, más lejos oímos.
En última instancia, nosotros ampliamos la gama de nuestros cinco
sentidos y nuestro intelecto apoya este proceso. Sin embargo, hay una evolución de un
tipo completamente diferente, de la cual habla la sabiduría de la
Cabalá, se trata del desarrollo en otros sentidos, con otras
características que, hasta la fecha, no tenemos, y nosotros le llamamos a
esto la fuerza de otorgamiento. Nos parece que hay una fuerza de
otorgamiento, incluso en nuestro mundo, pero aquí diríamos que esta nos
habla acerca de la intención. Esto se debe a que, después de profundizar
en cada acción, la persona puede ir aparentemente en contra de su ego.
Descubrimos que el altruismo no puede percibirse y finalmente, cada
uno actúa sólo para beneficio propio. La característica del otorgamiento
que se encuentra por encima de la realidad no puede alcanzarse a través
de los medios habituales. Por lo tanto, yo no entiendo ni sé qué es la
espiritualidad en absoluto y con el fin de resolver este problema,
tengo una ciencia exacta y única que me ha sido transmitida a través de
un agujero que es “un pequeño pinchazo” a través de una abertura muy
pequeña en el mundo espiritual. Se trata de una pequeña abertura, porque
yo no puedo llevarme nada conmigo, a excepción de mi impresión
esencial, de la chispa espiritual que es “una parte divina de arriba”.
Ella está latente en mí, para que yo pueda pasar a través de la abertura
(que vemos con dificultad) entre los dos mundos. Hay una pared frente a mí a través de la
cual sólo la chispa puede pasar, y todo lo demás se queda atrás. Por
otra parte, para comunicarme con las demás personas, quienes mientras
tanto se quedaron del otro lado de la pared, yo estoy obligado a
“vestirme” con el ropaje anterior, pero yo, yo mismo, ya he pasado al
nuevo mundo y no hay conexión entre los mundos, puesto que ellos se
comportan de acuerdo a diferentes métodos, a diferentes principios.
Aquí, domina la característica de recepción y allí domina la
característica de otorgamiento. Por ahora, nosotros no tenemos ninguna
posibilidad de comprender o discernir el principio de otorgamiento o sus
características. De ninguna forma o manera estamos preparados para
acercarnos a él o imaginar algo parecido a su verdad. Todos nuestros
esfuerzos mundanos están diseñados sólo para confundirnos, para calmar o
para deslumbrar, y eso es todo. De hecho, el mundo del otorgamiento es
un “mundo inverso” su inversión se refleja en las esencias de las
cosas y no en su forma como en nuestro mundo. De hecho, nosotros no adquirimos el
mundo espiritual con la ayuda del intelecto o de las sabidurías. Más
bien es todo lo contrario. Las sabidurías son muy propensas a
obstaculizar este asunto y en general de todos los esfuerzos que la
persona produce por sí misma desde un punto de vista egoísta en este
mundo, todas las creencias, religiones, métodos, medios, entrenamientos y así sucesivamente, son inútiles. A lo largo de la historia, han sido
empleados grandes cantidades de esfuerzos que no le han ayudado a nadie.
Por el contrario, vemos que las religiones y creencias apoyan cada vez
más la naturaleza egoísta de nuestro mundo. Por lo tanto, para la
persona que se encuentre aquí, no hay ninguna posibilidad de hacer una
valoración y un juicio adecuado en relación al mundo espiritual. Incluso
a través de la casualidad o de forma accidental, nadie está dispuesto a
alcanzar la verdad, porque nuestra comprensión y emociones no se
encuentran en contacto con la espiritualidad. Por lo tanto, debemos hacer una clara distinción. Por un lado, hay científicos que
investigan la naturaleza dentro de los cinco sentidos y nos revelan a
todos los resultados de su trabajo, por tanto, otros científicos, que
no son menos egoístas, examinan seriamente los resultados a través del
experimento para negar a sus colegas, y mientras ellos debaten entre sí,
se descubre dentro de los cinco sentidos la verdad, acerca de la cual
está escrito, “Un juez sólo tiene lo que sus ojos ven”. Nosotros no
tenemos ninguna duda con respecto a los hechos científicos. Confiamos en
ellos al cien por ciento. En el área de los cinco sentidos
perteneciente a nuestro mundo, la ciencia es incuestionable. Ella
establece niveles claros de la realidad: axiomas, teoremas, teorías,
estimaciones, aproximaciones, predicciones, suposiciones, más. Esta
establece claramente qué es un hecho, una prueba, estimación, el
resultado y todos estos conceptos están integrados en las diversas
ciencias naturales que investigan esa naturaleza en la que vivimos. Sin embargo, debido a nuestra debilidad,
nosotros no podemos abarcar la totalidad de la creación, toda la
naturaleza. Por lo tanto, la dividimos en varios campos: física,
química, biología, zoología, etc. En los últimos siglos, diversas áreas
se han intersectado, integrada y formado ciencias interdisciplinarias
que recientemente han tenido un papel destacado y han dado resultados
significativas. El mundo entero se ha vuelto integral, nos obliga,
específicamente, a conocer las relaciones entre los fenómenos y no las
partes de la imagen general. También depende de nosotros el
comprender que incluso los estudios como estos son parciales, porque
estamos investigando con la ayuda de nuestros sentidos y nuestro
intelecto, como nuestras herramientas, como un medio. La ciencia es
consciente de ello y lo reconoce como una limitación, dado que la imagen
de nuestro mundo depende del nivel de nuestro desarrollo y en el
siguiente nivel, esto cambiará. El conocimiento absoluto de la
naturaleza en el marco de estos métodos es inalcanzable. Cuanto más nos
adentramos en el átomo, más se descubren un universo entero e infinitas
capas del conocimiento. Últimamente, la ciencia está pasando por
muchas crisis, encontrando la incertidumbre y muchas contradicciones.
Es penoso ver a los científicos modernos, puesto que se encuentran en un
estado de abandono al final de la etapa actual. La naturaleza se ha
vuelto cada vez más “circular”, integral, ellos todavía mantienen un
enfoque natural, individualista que caracteriza a la persona egoísta. En
última instancia, ellos perdieron la conexión con la naturaleza y
agotaron el estudio lineal que encaja con su linealidad egoísta. A
partir de hoy, se revela en nuestro mundo una nueva naturaleza global,
circular, saturada de uniones colectivas, y ellos no tienen ninguna
posibilidad de digerir esto. Es decir, nosotros no podemos investigar
esta nueva naturaleza, porque desde el principio, nuestros sentidos son
egoístas. Por otro lado, el mundo espiritual
y la sabiduría de la Cabalá son algo más. Si los cabalistas no nos
hubieran hablado de sus investigaciones, éstas se habrían permanecido
fuera de nuestros intereses. La humanidad ni siquiera se habría elevado
al nivel de las religiones. No habría habido una elevación sobre las
propiedades primitivas de los vientos, árboles, piedras, etc. Los seres
humanos se prosternaron ante las diversas partes de la naturaleza,
porque vieron que la naturaleza es grande, esta grandeza le obligó
como si tuvieran que sobornarla con el fin de ser dignos de una buena
relación, para eliminar el trueno y el relámpago, las erupciones
volcánicas, terremotos, inundaciones, etc. Nosotros nos hemos
relacionado exactamente de esta manera con todo lo que es susceptible de
ser una fuente de amenaza. Sin embargo, la humanidad no habría avanzado
más ni hubiera pensado en conceptos como “almas”, “el próximo mundo”
que ya pertenece a un nivel completamente diferente de especulación. Entre las otras áreas de la intervención
humana, existe un área llamada “filosofía”. Esta no es una ciencia
porque no tiene ninguna base para la investigación que haga posible la
evaluación experimental, el logro de resultados que otras personas
puedan comprobar nuevamente en todos sus detalles y basándose en estos
exámenes, establezca verdades que sean aceptadas por todos. La
filosofía no tiene un mecanismo como este. Esta es el resultado del
intelecto humano que piensa en varias cosas como la ciencia, la vida y
así sucesivamente. Nosotros no tenemos posibilidad alguna de comprobar
sus conclusiones porque ellos pertenecen a algo que no está investido en
sustancia. Ningún laboratorio comprobará una tesis formada en la
imaginación humana que esté basada en especulaciones abstractas. Durante mucho tiempo, se consideró a la
filosofía como si tratara con un nivel humano elevado. Hasta el comienzo
del desarrollo científico, ésta era muy respetada, tanto así que hasta
hoy, otros títulos científicos están relacionados con esto. Todos
reconocen el grado de doctorado en muchos campos, es decir, Doctor en
Filosofía. Las personas pensaban que la filosofía incluía todos los
estudios científicos y toda la sabiduría humana.
Sin embargo, en los últimos tres o
cuatrocientos años, desde los días del Ari, desde el comienzo del
desarrollo de la ciencia, la filosofía perdió su estatus y bajó del
escenario. La ciencia ha hecho posible que nosotros examinemos los datos
y estemos seguros de nuestro éxito, mientras que la filosofía en última
instancia, siempre se equivoca. Ésta no tiene casi nada que decir
acerca del futuro, por lo tanto, es imposible confiar en ella. Junto con
esto, el ego de los filósofos creció, como lo hizo en el resto de la
humanidad y ellos se contradicen entre sí todo el tiempo, inmersos en
una gran mentira. A los filósofos siempre les encantaba
investigar la sabiduría de la Cabalá a medida que escuchaban acerca de
ella. Algunos incluso aprendieron hebreo y arameo para poder leer las
fuentes, y a pesar de todo esto, los filósofos no entendieron que en la
Cabalá hay un principio de alcance. Si nosotros no entramos en la
dimensión espiritual con los sentidos adecuados, es decir, con las
verdaderas herramientas de alcance como lo hacen los científicos en
nuestro mundo, no estamos preparados para investigar nada. Esto se debe a
que nosotros simplemente no existimos en el área que estamos
estudiando. En cambio, los filósofos ven la
sabiduría de la Cabalá en función de su intelecto mundano mientras están
del otro lado de un muro, sin pasar a su segundo lado través del
“agujero de la aguja”, no les molesta en absoluto discutir y
argumentar acerca de lo que se encuentra más allá de la pared y sacar a
la luz nuevas creaciones especulativas. Esta situación llegó a tal
estado que los filósofos discuten acerca de la Cabalá sin tomarse la
molestia de aprender de los libros de los cabalistas. Ellos simplemente
tomaron de diversos libros las secciones que les gustaban. El famoso filósofo, Gershom Scholem,
quien hace cincuenta años, era considerado como uno de los padres de la
filosofía moderna en Israel y un gran investigador de la Cabalá, de
hecho, nunca mencionó siquiera una sola palabra acerca de Baal HaSulam
que vivió y trabajó precisamente durante ese período. Yo entiendo esto porque nos habla acerca de la investigación de gran cantidad de material en la sabiduría de la Cabalá
que es tan profundo que la filosofía no puede hacer que éste coincida
con ella. Por lo tanto, él simplemente ignoró esto como si no existiera. ¿Cómo puede un científico relacionarse
con un tema que él estudia de esta forma? Un verdadero científico está
abiertamente dispuesto a borrar todos sus logros anteriores, si ve que
son erróneos. Rabash habría borrado lo que grabó antes de sus escritos, y
habría escrito “incorrecto”. Después de eso, habría una nueva versión
que finalmente también habría sido borrada y así sucesivamente unas
cuantas veces. Esto es ciencia, es un enfoque científico. Es respetable,
porque durante el desarrollo, no hay absolutos. El absoluto es la
realización de la corrección, del mundo infinito en el que todo está
conectado entre sí y hasta entonces, siempre hay dudas. Se nos dice que lo que es basura para el
superior, es la comida del inferior. Esto quiere decir que, cuando me
elevo, yo borro el nivel anterior y éste se vuelve “basura” para mí.
Esto ya no es correcto. Está prohibido su uso. Quien está atrapado en el
ayer no alcanza el mañana. Nuestro avance es a través de nuestra
capacidad de desapegarnos de lo que nos parecía correcto hace un
momento. De lo contrario, es imposible. Ya ven, nosotros estamos
atravesando todo el tiempo cambios absolutos de todas nuestras diez
Sefirot. Nuestro intelecto y emociones se renuevan todo el tiempo; pasan
a través de una “actualización”. En vez de borrarse lo viejo, aparece
lo nuevo, y si la persona se abstiene de actualizarse y no puede
elevarse “por encima de la razón”, ella no avanza. Así, a partir de hoy, vemos que la
filosofía aun existe, a pesar de que sin duda se encuentra en el
cementerio. Las posiciones de los filósofos son muy poderosas y han
resistido a las innovaciones durante generaciones. Además de eso, la
filosofía ha adoptado la sabiduría de la Cabalá y ellos la enseñan en
las Facultades de Filosofía. Debemos entender que la filosofía lo roba
todo lo que hay en la Cabalá y ni siquiera es exitosa en esto. Internamente, también nosotros somos
filósofos, pero en última instancia, enterramos al filósofo que hay en
nosotros. De hecho, nadie tiene el derecho moral de discutir la Cabalá,
si el mismo no se encuentra en alcance espiritual. ¿Qué puede decir
acerca de un área con la que no está familiarizado en absoluto? Sin
embargo, a pesar de todo, las personas expresan sus opiniones y
evaluaciones sin haberse elevado al nivel del que hablan. Por lo tanto, en nuestro mundo,
básicamente se requiere de nosotros para comprender que el nivel
espiritual se encuentra por encima de nosotros y que no tenemos ningún
contacto con él. Por lo tanto, no podemos decir nada al respecto. En
primer lugar, depende de nosotros el hecho de desapegarnos del nivel
animado y elevarnos al nivel de Adam, el nivel espiritual que se
adquiere sólo con la ayuda de la Luz que Reforma, a través del trabajo
en un grupo con la ayuda del método de la Cabalá. Nosotros debemos
desprendernos todo el tiempo desde el estado anterior y elevamos cada
vez más. De lo contrario, seremos también como esos filósofos.
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