
Somos creados con una naturaleza egoísta y sólo podemos pensar en llenarnos con placeres. Es por eso que si un pensamiento acerca de otorgar viene a nuestras mentes, elevándose ligeramente por encima de nuestro egoísmo y comenzamos a pensar en la dirección opuesta, ciertamente eso no viene de nuestra naturaleza interna, sino de la Luz, del Creador. Sólo existen dos fuerzas en el universo: la fuerza del Creador, el deseo de otorgar y la fuerza de la criatura, el deseo de disfrutar. Así, si súbitamente aparece en una persona el deseo de reflejarse en lo que es más alto que la existencia terrenal propia, es decir, acerca del significado de tu vida, esto significa que la Luz superior comenzó a actuar en él. Entonces, una persona es traída al grupo, o se encuentra con un libro de Cabalá, o de pronto escucha una entrevista, todos se encuentran con la Cabalá como si fuera una completa “casualidad”. Sin embargo, debemos entender que no hay nada accidental aquí. Y cuando una persona es traída al lugar correcto y se le da una oportunidad de conectarse con el maestro, los libros, y el grupo, no debe perdérselo. No todo depende de nosotros, y cada uno tendrá que pasar por un proceso, pero existe una parte en esto que tenemos que organizar nosotros mismos. Y si el Creador nos ha llamado para el desarrollo espiritual, a partir del momento en que reconocemos esta invitación desde Arriba, no debemos eludirla. Es por eso que nos reunimos en grupos, venimos a las lecciones cada día, nos inspiramos unos a otros con la importancia de la meta, organizamos varios eventos. Todo esto debe convencerme de la importancia del proceso de desarrollo espiritual. Si el grupo está constantemente pensando en cómo llegar a la meta, esto nos afecta a cada uno y nos fuerza a sentirnos identificados. Entonces, si se me da una oportunidad y son despertados en mí pensamientos acerca de los avances y la grandeza de la meta espiritual, inmediatamente reacciono a esto. Esos son momentos muy importantes. Todo depende de cómo reacciona una persona ante el llamado del Creador. En realidad, cada día recibimos varias de esas invitaciones. Y si reaccionamos correctamente, entonces mañana, recibiremos incluso más de estas, ¡y un día después, aun más! De esta manera, puedes llegar a un estado donde todo el tiempo sentirás que estás en un diálogo con el Creador, hasta que en todas esas oportunidades, pensamientos, deseos, que están cambiando en ti, sientas una constante conexión con el Creador. Existen varios niveles de esta conexión que deben incrementarse más y más y adquirir diferentes tipos. Vienen y van para despertar un deseo más grande en nosotros. Es como un juego, un coqueteo, con el cual el Creador enardece un deseo en nosotros para que Lo persigamos. Como está dicho: “Mi amado es como un ciervo” que siempre mira hacia atrás, huyendo, desapareciendo y acercándose. Así, el Creador está jugando con nosotros. La clave es no perder las oportunidades que surgen y reaccionar adecuadamente. En esos momentos en que sientes un despertar, no debes olvidar que viene de Arriba, y tienes que responder a este llamado. Como está dicho: “¡Llámalo mientras esté cerca!”