
Cuando siento vergüenza, debería alegrarme. Todas las malas sensaciones son heridas en mi ego, y son estas, precisamente, las que puedo convertir en herramienta de avance. Si tengo apoyo de parte del grupo, recibiré el pensamiento y el camino correcto por encima de la mala sensación, para usarla como medio para avanzar. Debemos pensar en cómo llegar a la sensación de vergüenza y debemos hacer ejercicios entre nosotros, porque sin la vergüenza no hay avance.
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