Ayer tuvimos un ejercicio en el que tratamos de relacionarnos con todo
como si fuera “un diálogo con el Creador”. Al fin y al cabo, Él es quien
está enviándonos todos estos estados y nosotros tenemos que responder a
ellos correctamente. ¿Cómo podemos “fortalecernos” en la implementación
de este enfoque, sin programar un par de intentos al día? ¿Cómo podemos
profundizar en esta idea para llevarla a cabo a lo largo de toda
nuestra vida?
Dr: Laitman La persona no siempre puede evocar esto por sí misma. Ella necesita un “estímulo” externo. El mejor estímulo externo es el grupo. Es por eso que nosotros hablamos de garantía mutua.
En el marco de la garantía mutua no es
suficiente con que cuidemos de que el otro no haga un agujero en el
barco; no es suficiente con que protejamos al otro para que no tenga
malos pensamientos; además de eso tenemos que asegurarnos de que él
tiene buenos pensamientos. Si todos mantenemos la conexión mutua y el
anhelo común por la meta, nadie tendrá malos pensamientos, sino sólo
buenos pensamientos. Entonces, por supuesto, los malos
pensamientos comenzarán a despertar a un ritmo muy rápido, pero caerán
inmediatamente al suelo correcto: Será claro para la persona que son una
interrupción, “ayuda en contra”, destinada a evocarla y a estrechar la
relación con los amigos y por medio de ellos, con el Creador. Entonces
todos serán capaces de procesar fácilmente incluso millones de
pensamientos similares al día y en unos cuantos días ella cumplirá con
todo el nivel de este mundo. Todos se preocupan por todos los demás. Todos están conectados
en una misión, en una meta común. Yo siento que tengo que pensar en la
meta por el bien de los demás. Quiero que todos la anhelemos; no puedo
dejar la conexión con la meta y con el Creador, puesto que si lo hago,
yo traicionaría a mis amigos y me convertiría en un criminal, en un
estafador, en un ladrón que roba el mundo espiritual de los demás y que
anula el esfuerzo de ellos a lo largo del camino espiritual. Es más, yo
le robo al Creador; lo privo a Él del placer, dado que refreno al grupo y
no permito que Él les dé a los amigos lo que ellos anhelan. Yo soy el
único responsable de eso. Esto es lo que todos deben pensar.
Después de todo, no existe “un poco” en la espiritualidad: Si alguien no
trabaja al máximo, todos sufren. Así que piensen cuidadosamente acerca
de lo que hacen y de lo que les preocupa durante el día. Aparte de eso, hay ocasiones en las que
ustedes admiten, “ahora no puedo pensar en los amigos. Tengo que
descansar, tomar una siesta, o distraerme con otra cosa, al menos
mentalmente”. Estas pausas son externas a la adhesión al grupo, al
Creador y después verán no sienten necesidad de ellas. Pero, mientras tanto, estas son
necesarias, de tal manera que en un momento dado se dicen a sí mismos:
“Haré una pausa y descansaré de todos”. Puede que caigan en un estado
“animal” durante media hora o una hora, pero ustedes deciden durante
cuánto tiempo; ustedes deciden no pensar por un rato en lo que es
importante. Entonces, sentirán los pensamientos “ajenos” a la
espiritualidad.
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