1. La Luz del Creador. La Luz es siempre la fuente de todo. En un principio la Luz creó a la creación y por consiguiente la creación está completamente sometida a la Luz. Si la Luz desapareciera, entonces la criatura dejaría de existir. Cada movimiento y cambio que ocurre en la creación pasa bajo la influencia de la Luz. La creación está sin vida y sin movimiento cuando la Luz influye con la mínima fuerza posible. Si la Luz brilla con más intensidad, entonces en este grado la creación experimenta un cambio cualitativo, transformando del “inanimado” al “vegetativo”, en donde empieza a sentir y percibir. Y así sucesivamente.
2. La Luz es quien actúa. La Luz es siempre la fuente de todo. Por eso está escrito, “No hay nadie más aparte de Él” y “El Creador es tu sombra”. Debemos “descubrir” al Creador en toda circunstancia y definición, puesto que Él es quien ha hecho posible este estado.
3. Yo controlo la Luz. Cuando uno se esfuerza en transformar algo en su interior, debe invocar la Luz y lo cambiará. La Luz puede influir mis Reshimot y a mi mismo y me transformará sólo en la medida que me acerque a la meta de la creación. En otras palabras, lo único que yo puedo realizar en mi vida es acelerar mi desarrollo espiritual. O, mediante la carencia del deseo, evocar la influencia de Luz sobre mi, puedo evocar la ausencia de la Luz y entonces experimentaré toda clase de sufrimientos porque la Luz es la vida. Sin embargo, si mis deseos vienen de la Luz, entonces yo no puedo ejercer con mis deseos una influencia de regreso de la Luz. Yo debo recibir un deseo por la meta de una fuente que no sea la Luz y entonces podré influir a la Luz con este deseo e invocar una influencia adicional de la Luz en mí, acelerando mi camino. Por eso se me entrega el medio correcto (el grupo) que es la única oportunidad que tengo de invocar la aceleración hacia la meta.
4. El papel de la mujer. El grupo no recibe influencia física, sino por medio de nuestro deseo. Por consiguiente, una mujer que participa en el trabajo del grupo (al estudiar virtualmente y diseminar la Cabala) y desea recibir la influencia correcta del grupo, la recibe y la utiliza para involuntariamente volverse hacia el Creador (la Luz). Con excepción de la participación física y la comunicación con los amigos y estudiar virtualmente, ella hace todo el resto igual a los hombres y atraviesa por los mismos estados.
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