Sólo después de haber adquirido un alma, después de la revelación espiritual. Un Partzuf espiritual está dividido en dos mitades: la mitad superior, Keter, Jojma, Bina, Jesed, Guevura y la parte superior de Tifferet; la mitad inferior, la parte inferior de Tifferet, Netzaj, Hod, Yesod y Maljut; ¿ entre ellos, el tercio medio de Tifferet. La parte superior está compuesta por los
deseos de otorgar y la parte inferior está hecha de deseos de recibir.
¿Entonces cuál es la mitad, el tercio medio de Tifferet? Este
no está relacionado con la recepción o el otorgamiento y aquí es donde
está lo que ustedes hacen con la libertad de elección.
Pero ustedes, como el asno de Buridán,
pueden no escoger una u otra dirección, desgarrarse, ser incapaces de
tomar una decisión, hasta que descubrimos que aquí hay una oportunidad
para unificar estas dos mitades: ¡la mitad superior e inferior para
trabajar juntas en la tercera línea, en la línea media! Yo unifico estas dos fuerzas, la fuerza
de otorgamiento y la fuerza de la recepción, ellas juntas comienzan a
gobernarme. Esto se conoce como “recibir con el fin de otorgar”, cuando
las dos fuerzas trabajan en armonía uno con la otra. Esta es la esencia de la Cabalá y por
esta razón se le llama “Cabalá” (recepción); después de todo, ella nos
enseña cómo recibir estas dos fuerzas, otorgamiento y recepción, de tal
forma que se complementen entre sí. De este modo ustedes construyen su
independencia, la verdadera libertad. ¡Ustedes son independientes del Creador y
al mismo tiempo son como Él! Aprenden de Su ejemplo sin dejar de ser
totalmente independientes. No tiene ningún otro modelo a seguir, porque
la recepción de estas dos fuerzas es obligatoria. Pero, cómo aceptarlas y
ser como ellas, en eso, son totalmente libres. Aquí, en medio de estas dos fuerzas, en el tercio medio de Tifferet,
se encuentra nuestra alma que nosotros mismos estamos construyendo. La
libertad de elección comienza con la revelación del Creador. Está
escrito: “Los muertos son libres” es decir que cuando el deseo egoísta
muere, las dos fuerzas, la recepción y otorgamiento, se posicionan una
frente a la otra, ustedes están en medio de ellas y entonces son
libres. Después de todo, ustedes pueden trabajar con ambas fuerzas de
manera equitativa. A pesar de parecerles que están parados
entre ellas sin saber hacia dónde moverse, puesto que por un lado tienen
el deseo de recibir y por el otro el deseo de otorgar, cuando uno
destruye al otro, sólo en este caso, ustedes están en un estado neutro y
pueden actuar libremente. Por el momento todos estamos bajo la
autoridad del único deseo de recibir, y no tenemos ningún deseo de
otorgar. Por lo tanto, hasta que no hayamos adquirido el deseo de
otorgar, somos como animales controlados por la naturaleza; pero una vez
que lo hayamos obtenido, nos liberamos, solo en el deseo de ser
semejantes al Creador y construir un ser humano (Adam) que significa
“similar” a Él.
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