De esta manera, uno es llevado hasta el grupo y se tiene que entender que el grupo le fue conferido desde Arriba. A partir de ese momento, la persona tiene la libertad de escoger integrarse entre los amigos. Al establecernos en el grupo obtenemos varias cosas positivas:
1. La persona abandona el egoísmo. La Luz hace crecer a la persona, le eleva por sobre el egoísmo, y le lleva de regreso a la Fuente para que pueda incorporarse en la red común y descubrir allí al Creador. Necesitamos entender que ahora también estamos interconectados en una red simple. Sin embargo, no somos capaces de sentirlo ya que estamos demasiado apegados a la tierra. Carecemos de pureza y de fina sensibilidad para ser capaces de ver el sistema donde también existimos en este momento. De acuerdo a El Zohar, nuestros ojos están direccionados hacia adentro y no vemos la autentica realidad y no entendemos donde estamos. Es más, hasta despreciamos esta fina sensibilidad. La rechazamos y no nos permitimos llegar a ser aunque sea un poco más sensibles hacia la conexión entre nosotros. Sin embargo, la conexión está presente adentro. Solo necesitamos estar atentos, mirar y lo descubriremos. Entonces, debido a este descubrimiento, comenzaremos a recibir la Luz que Reforma. En realidad, no es la Luz la que viene hacia nosotros, somos nosotros los que vamos hacia la Luz. Una persona llega a estar cerca de la Luz hasta el punto de su gravitación hacia el sistema de conexión entre los amigos. Esta se debe a que el sistema común es constante y perfecto, pero se manifiesta gradualmente, de acuerdo al alcance de nuestra sensibilidad hacia la Luz. La Luz es constante y solo necesitamos los deseos que están dirigidos hacia ella.
2. El grupo nos permite resistir al entorno externo. Ahora, el puede salvarse a si mismo del poder del mundo circundante el cual influye en cada persona con sus deseos, pensamientos y metas. Una persona entra al grupo, se incorpora a él, desea entregarse y recibe diferentes clases de pensamientos, deseos y metas de él, liberándose de los dictámenes exteriores.
3. Una persona recibe la fuerza de todo el grupo, y entonces empieza también a representar la fuerza del alma común. Naturalmente, esto le concede una aspiración mucho mayor hacia la Luz que la que le trajo hacia el grupo. A través de este poderoso impulso hacia la Luz y a la corrección, una persona evoca la influencia de la Luz hacia sí misma y la Luz lo eleva desde la intención egoísta, Lo Lishma (No por Su Nombre) hacia la intención altruista, Lishma (por Su Nombre).
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