La percepción de la realidad, como nos lo enseña la sabiduría de la Cabalá, es muy subjetiva. La realidad es percibida únicamente en relación con nosotros y nuestros órganos sensoriales. Pero, fuera de ellos, no hay realidad, no existe. La recibimos como una imagen en la pantalla situada en la parte “posterior” de nuestro cerebro, como si la realidad existiera independientemente de nosotros, en el exterior. Como El Libro del Zohar explica, veo partes de mi deseo de recibir en la medida en que difieren de la Luz, en el grado en que mi deseo de recibir varía desde el atributo de otorgamiento que caracteriza la Luz. Nuestro deseo colectivo, la criatura única, estaba inicialmente en el estado del “Infinito.” Entonces, descendió de la propiedad del “Infinito” a la de “nuestro mundo”, al experimentar la ruptura, es decir, al cambiar su propiedad de otorgamiento en recepción. A través de la ruptura, esta alma grande se dividió en 600,000 almas individuales y luego en una multitud de partes que terminaron en “nuestro mundo”, una propiedad egoísta. Por eso sentimos que somos muchos, aunque en verdad, cada uno sólo ve partes de su propia alma.
Estudiamos que el alma está compuesta de 10 Sefirot. Ellas están divididas en GE (Galgalta ve Eynaim) y AJaP (Ozen, Jotem, Pe). GE contiene las Sefirot de Keter, Jojmá, Bina, Jesed, Guevura y Tifferet, que son los vasijas (deseos) de otorgamiento, mientras que AJaP contienen Netzaj, Hod, Yesod y Maljut, las vasijas de recepción.
Resulta que yo percibo la realidad por medio de estas diez vasijas o deseos. Lo que yo percibo dentro de GE es a mí mismo, mi “yo” y lo que percibo en AJaP es el mundo ilusorio, el mundo externo que veo fuera de mí.
Esencialmente, he experimentado un desgarro interior de las vasijas de GE y AJaP. Percibo mis deseos más grandes que se suponía que me traían los mayores placeres como algo extraño, como todos ustedes, por ejemplo. Todos ustedes son las vasijas de mi AJaP. Experimento “yo”, mi mismo y todo lo relacionado conmigo en GE de mi alma. En mi ego, estoy constantemente preocupado con esta parte específica y todos mis cálculos apuntan a mi beneficio personal. Percibo la parte que se refiere a AJaP como completamente ajena a mí. Por otra parte, estoy deseando utilizarla en todo lo que pueda durante el tiempo que pueda servirme para mi beneficio. Por lo tanto, parece que siempre estoy tratando de engañarme, mentirme y robarme, pero no soy consciente de ello ni lo siento. Más tarde, cuando una persona comienza a discernirlo, él llega a una gran decepción. Por lo tanto, el método de la Cabalá, antes que nada, resalta la necesidad de unirse, aunque no tiene que ocurrir en el plano corporal (entre tú y yo). El método entero está dirigido a la necesidad de unificar y corregir el alma, lo que significa que tengo que unir estas dos partes en mi percepción. Así que ahora, lo que veo fuera de mí mismo y lo que experimento dentro de mí, estas dos partes, tiene que convertirse en un todo. Entonces, realmente veremos que no hay nada sino una persona, lo que observo dentro y fuera es a ” mi mismo”, mi “yo”, o mi voluntad de recibir (deseo).
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