Al entrar al grupo, llego a ser como una gota de semen en el vientre y comienzo a crecer en este. Si, con todo mi egoísmo inicial, soy capaz de cancelarme en el grupo como su parte integral, soy considerado un “embrión”. Inmediatamente después, mi deseo egoísta comienza a crecer progresivamente. Así comienzo a pasar por fases de desarrollo habiendo renunciado a mí mismo ante el grupo.1. La fase inicial es considerada “los nueve meses de concepción”, la cual es la primera etapa de desarrollo. Al completarla, nazco.
2. Después, comienza la siguiente fase: Mi egoísmo crece más, y me cancelo ante el grupo cada vez más. Pero esta vez, lo hago más activamente, trabajo en otorgamiento a otros. Este periodo de “infancia”, el estado pequeño, es llamado “dos años de crianza”.
3. Después, me muevo a la tercera fase del desarrollo egoísta y llego a la “edad de trece”.
4. Más allá de este punto, puedo gradualmente comenzar a emplear todo mi egoísmo con el fin de otorgar, hasta que me convierto en un ser humano completo (Adam) de la edad de 20 en adelante.
Me someto a este proceso usando mi egoísmo que evoluciona junto con mis acciones y que se muestra como el eje del tiempo (t) en el diagrama de arriba. Así, la aplicación práctica de la sabiduría de la Cabalá implica la inclusión en el grupo y después en el mundo entero, cuando este toma nuestro ejemplo y comienza a desarrollarse de la misma manera.

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