• Hasta que no eliminemos todas las diferencias en todo lo que depende de la persona, no se puede decir que hemos llegado a la justicia.
• Después de que la chispa de Luz apareció en este mundo, se empezó a construir la materia y acumularse y conectarse entre sus partes. Estas son ya las correcciones del rompimiento y desde ahí empezó nuestro universo, el inanimado, el vegetal y el animado, que toda la diferencia entre estos niveles es acumulativo, la conexión de la materia en forma cada vez más y más compleja, lo que significa que todas las partes se pueden conectar entre sí y beneficiar una a otra por encima de la diferencia y de la resistencia que existe entre las diferentes partes.
• Tras el desarrollo de los niveles de la materia inanimada, el vegetal y el animado en nuestro mundo, llegamos a nivel del Adam ) humano( en este mundo. El nivel hablante es más complejo, más agresivo y cuando llega al final de su desarrollo egoísta, descubre que para sobrevivir necesita una segunda fuerza contra él, la fuerza del otorgamiento. Porque la fuerza de la recepción se ha desarrollado pero lo único que hace es destruirlo.
• La sensación de la falta de conexión, que sin esta uno no se puede arreglar, es la sensación del rompimiento, una ruina que la persona realmente descubre dentro de su existencia, en su vida. Que en todos los aspectos de la vida, los niveles de vida y en lo que sea que haga, la persona no puede estar en equilibrio. Ya que la vida se basa en el dar y el recibir y si consiste solamente en la fuerza de la recepción es imposible existir. De tal forma la naturaleza nos lleva con un desarrollo gradual a un estado en el cual necesitamos la segunda fuerza – la fuerza de la conexión.
• Hoy en día nuestro mundo está empezando a subir al nivel hablante. El nivel hablante es un nivel que incluye el corazón y la mente, el deseo y el pensamiento, una aclaración. Esto es algo que nosotros lo integramos de nuestra mente y de nuestro corazón y no de nuestro mundo actual. Esto sucede cuando todos los deseos y los pensamientos se unen juntos, y juntos nos producen la figura del Adam (humano), que es algo que no existe en la materia.
• Si él alcance a la solución general justa se demora cada vez más, la solución final costara más y más dinero y entonces será más y más difícil de calmar la situación. Por lo tanto nosotros recomendamos llegar inmediatamente a la realización de la garantía mutua y a través de ella pasar a la distribución del presupuesto que tenemos ante nosotros.
• Si llegamos a la garantía mutua, a una consideración entre nosotros, podemos encontrar dentro del pueblo capacidades de aceptar uno al otro. Se trata de capacidades que no existen en el gobierno. Si llegamos a esto, sentiremos además del balance económico también una compensación especial interna que nos causara una satisfacción mucho mayor que la satisfacción material.
• Empecemos a ayudarnos unos a otros – el país es pobre en comparación a las personas que tienen y nosotros podemos arreglar entre nosotros estas cosas.
• Yo soy más rápido, ella es más inteligente, el es mejor en el trabajo manual, ella es mejor en el arte; sólo si cada uno contribuye cuanto puede depende de las cualidades que recibió de la naturaleza y finalmente todos reciben un sueldo igual en proporción (según el número de personas en la familia y etc.), tendremos una distribución justa. Porque si sentimos que la desigualdad proviene de algo que depende de nosotros, siempre estaremos insatisfechos y saldremos a las calles, pero si sentimos que nosotros hacemos todo lo posible por el bien común y la disparidad entre nosotros llega de la naturaleza, no tendremos con quien luchar y a quién dirigirle nuestras reclamaciones por la desigualdad.
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