Cada vez, caemos deliberadamente bajo la influencia del Creador que se burla de nosotros y nos sacude como bebés hasta tal punto que es como si Él simplemente nos “desarmara” por completo. Hoy somos tan amables y “lindos”, listos para amar a todos y amarlo todo. Pero mañana, una vez más, seremos completamente lo opuesto ¿Cómo podemos olvidar que nuestro camino está hecho de ascensos y descensos? No podemos recordarlo si nos olvidamos del Creador. Por qué se nos dice: “Israel, la Torá y el Creador son uno”. Israel significa “el anhelo por el Creador”. De ahí el remedio para la corrección: nuestros estudios, el grupo, donde todo esto se realiza, y el Creador mismo tienen que ser como uno, en un lugar. Está el Creador, el grupo y yo.
Nosotros tenemos que vincular todo esto constantemente en un todo unificado; ¡No puede haber ninguna otra visión del mundo! Con el fin de que yo me enfoque y observe adecuadamente lo que sucede, necesito esos tres puntos: el ojo, la mirilla y el blanco. De otra manera, no seré capaz de hacer nada. Por lo tanto, si deseamos mantener al grupo en la intención correcta, es nuestra responsabilidad tener en mente que nuestra meta es la adhesión con el Creador. De otra manera, ¿qué va a motivarnos, nuestro egoísmo? Hoy estoy dispuesto; mañana no. Aquí el Creador aparece como el que define, el primero en actuar, o el que inicia nuestras acciones, quien forma el grupo y todo lo que nos está sucediendo, el que nos lo da todo. Todo lo que tenemos en nuestros corazones y mente justo ahora, todo lo que escuchamos y sentimos, todo es su obra. ¿Cómo debemos nosotros juntos responder a ello, basados en el hecho de que sentimos algo que proviene de Él? De este momento en adelante, comienza nuestro trabajo. Este es exactamente el momento en el que todos nosotros claramente sentimos que fue Él quien nos reunió justo ahora; Él nos conecta a todos en un deseo, en una intención y el mismo pensamiento. Es Él quien organizó todo para nosotros, de manera que todos juntos comenzáramos a ascender y a esforzarnos hacia Él. ¿Entonces cómo podemos elevarnos hacia Él de manera que podamos fortificar conscientemente entre nosotros lo que Él ha creado? ¿Qué significa: “Ahora yo mismo me uno con el grupo”? Me uno junto con otros y con el Creador en el deseo común, una meta común y una aspiración común. Si el esfuerzo que cada uno de nosotros ejerce enlaza a todos los otros y al Creador juntos, esta es precisamente nuestra respuesta activa. Así es como debemos actuar. Si visualizamos que todo se deriva del Creador y sabemos cómo debemos responder a ello, entonces será un trabajo muy efectivo, un movimiento muy efectivo.
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