Primero
necesito la ayuda de mi esposa, lo cual es llamado “ayuda en contra”,
para poder examinarme, unirnos y explorarnos lo más posible el uno al
otro. Yo tengo que descubrir que veo al otro como una figura
distorsionada que el ego traza para mí. Esta es la psicología que
tenemos que aprender; así es como tenemos que educar a todos para que
puedan ser adultos maduros que entienden sus propias sensaciones y
atributos especiales. Después la persona será capaz de usar todos sus
atributos especiales correctamente en las conexiones con su pareja. Primero construyes una relación con tu
esposa, trazas su imagen y tu imagen y decides hasta qué grado puedes
entrar en ésta y hasta qué grado ella puede entrar en la tuya, y dónde
coinciden. Comienzas del entendimiento básico de que los dos son
egoístas uno ante el otro, separados por una distancia infinita. Ahora
cada uno tiene que dejar su punto de partida y comenzar a acercarse a su
pareja. Mientras más me acerco al otro lado, más
me alejo de mi punto básico natural y más difícil me resulta avanzar.
También es cada vez más difícil para mi esposa, puesto que ella
permanece con su “yo”. Tenemos que agradecernos mutuamente por esos
esfuerzos y entonces seremos capaces de avanzar cada vez más cerca el
uno del otro. Todo esto sucede gracias a nuestras concesiones mutuas
hasta que llegamos a la conexión interna. Este es el punto de contacto por el cual
estamos dispuestos a renunciar a nuestra propia base y a conectarnos.
Conectarnos significa que recibí de mi esposa lo que es esencial para
ella de acuerdo a su carácter, de manera que esto se vuelva esencial
para mí. Así se crea el contacto entre nosotros, una conexión,
incorporación mutua. Existen protuberancias y muescas en cada uno de
nosotros mediante las cuales nos conectamos. Lo que es importante para mi esposa debe
también ser importante para mí y ella hace lo mismo con respecto a mí,
de manera que se crea un espacio entre nosotros. Trabajar en este
espacio, gracias a nuestros esfuerzos de aferrarnos a la conexión en
diferentes estados, nos ayuda a conectarnos.
Este espacio compartido es llamado una pareja. Existen enormes espacios aparte de este
espacio compartido que pertenece sólo a mí y a ella. Es como dos
círculos que se intersectan dejando un área común entre ellos, en la
cual cada uno recibe los deseos del otro como si fueran más importantes
para él que sus propios deseos.
Yo veo que no hay opción y que esas son
las necesidades de mi esposa ¿Qué debo hacer con las áreas que aún están
separadas una de otra? Tendremos que trabajar en ellas al clasificarlas, y con esfuerzos comunes hacemos todo eso en nuestro deseo
para crear un todo a partir de los dos.
Si sabemos cómo unirnos en un todo en la
familia, entonces también tendremos éxito en círculos externos más
amplios, e incluso círculos más externos, hasta que todo el mundo se
vuelva como una persona. Entonces no habrá una crisis integral global.
Existe abundancia de todo en el mundo, pero nos hemos desarrollado en la
dirección equivocada. En lugar de desarrollar todo por el bien del
hombre, hemos actuado para dañarlo. Es como una pareja encerrada en un
departamento, que no son capaces de llevarse bien y entonces están
listos para quemarlo todo por su odio mutuo; es la misma situación y el
mismo problema.
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