Ahora está absolutamente claro para los doctores que un ser humano no
está compuesto sólo de sistemas fisiológicos del cuerpo y de la mente,
sino también del deseo por un propósito. Pero nosotros sabemos que este
es el nivel espiritual de la persona. Entonces está obligada a construir
relaciones entre ella misma, la meta, su entorno y también su cuerpo. Recientemente, nos enfrentamos al hecho
de que las personas han estado relacionándose con sus cuerpos de forma
negligente e incluso con desprecio y por consecuencia están sujetas a
enfermedades. Entonces ¿Cómo debería uno relacionarse con el cuerpo?
Dr: Laitman
Como resultado de miles de años de desarrollo, la persona ha alcanzado
un estado en el que no está feliz de estar viva. Subconscientemente no
queremos vivir. Todo es en vano: la angustia, el sufrimiento; la vida
¿Qué es todo esto? ¿Necesito sentir que estoy feliz, contento? Pero no
lo estoy.
Si logro algún tipo de satisfacción, lo
alcanzo a través de esfuerzos injustificados, entonces, si pasa muy
rápidamente o en algún momento, este se transforma en el opuesto. De tal
manera que las personas realmente no quieren vivir. Por consiguiente,
el desprecio por el cuerpo solo es una pequeña consecuencia de la actual
condición. La persona siente secretamente que sería más feliz si no
existiera en absoluto. En el pasado no había nada como esto,
dado que todavía no habíamos evolucionado a esta consciencia. Hoy en día
tenemos un enfoque consciente de la vida, de la inutilidad de nuestra
existencia, de la falta de productividad, de la degradación. Entendemos
nuestra naturaleza, nuestra vacuidad. Nadie nos preguntó si queríamos
nacer, ser educados en esta sociedad, o en otra sociedad. No entendemos
qué, dónde o cómo. Hubo un tiempo en el que teníamos metas
definidas. Todavía no estábamos desarrollados, entonces íbamos detrás de
cualquier cosa que parecía permanente, construyendo cosas, anhelando
algo. Uno anhelaba el capitalismo, algo de comunismo, y otros anhelaban
explorar el espacio. Queríamos probar algo, luchar, y alcanzar algún
tipo de autoafirmación. Hoy en día no existe nada de esto; todo
simplemente ha desaparecido y permanece un “sumidero vacío” por donde
se ha drenado toda el agua. Ya no tenemos nada más que nos llene.
Por consiguiente, incluso vemos los
cuerpos con desprecio. Esto explica la atracción hacia las drogas, los
antidepresivos, y el suicidio. Además, esto no se ve sólo en países
desarrollados, sino por todas partes, en América Latina e incluso en
África, en aquellos lugares donde la gente era suficientemente feliz en
el pasado a pesar de su miserable existencia. Hoy en día ya no existe
esto. Debe haber algún tipo de propósito para la persona, para que ella
se involucre consigo misma, con su apariencia, en deportes, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.