Después de todo, ¿qué es lo que pido? Al sentir el odio, la brecha y
la incapacidad para conectarme con los demás, yo le pido al Creador que
me ayude a superar estos estados. Entonces puedo orar con todos por todo
el mundo. ¡Todas nuestras diferencias, cuando no
podemos trabajar juntos o reunirnos y discutir algo, son un gran estado!
Pero la sensación de rechazo se fortalecerá constantemente. Sabemos que
los alumnos de Rabí Shimon, quienes escribieron El Libro del Zóhar
solían reunirse, pero al mismo tiempo, estaban dispuestos a quemarse
entre sí, dado que sentían un gran odio mutuo entre ellos. Estos son los
estados por los que tenemos que pasar.
La revelación del odio en realidad
aparece en los grupos que avanzan. Si la persona se escapa de esto y
deja de asistir al grupo, ella simplemente no entiende lo que está
pasando. No entiende que todo proviene del Creador, que no existe nadie
más aparte de Él, que todo esto es necesario para que ella sea
corregida y que el grupo debería elevar con esto su corrección por encima de todos los conflictos.
Si sentimos el odio real, esta es la condición que nos lleva a nuestra oración
colectiva. Al recolectar todo nuestro odio mutuo, nosotros tenemos que
ascender por encima de él, porque éste es nuestro problema común y
luego descubriremos el mundo espiritual. Ahora, la condición para la revelación del Creador está exactamente ante nosotros.
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