La realización externa de la Torá es el resultado del exilio del pueblo
de Israel. Antes de eso, esta hizo sólo trabajo interno porque todos
estaban en alcance del Creador. Sí, hubo problemas, dificultades,
guerras, pero todo esto era parte de un poderoso análisis interno. Luego, en los días de Rabí Akiva, el
pueblo de Israel cayó del grado del amor fraternal al odio infundado. Si
en el pasado, todos entendieron la Torá en un sentido espiritual, dado
que sus vasijas, deseos, se encontraban en revelación, después de caer
al nivel material, comenzaron a entender la Torá en el sentido material.
Como consecuencia de ello, comenzaron a realizarla como vemos hoy en
día: fortaleciéndose a sí mismos sólo por medio de acciones, no por
medio de la intención. Las vasijas de Israel tienen Galgalta ve Eynaim, la parte que se dedica a las intenciones y AHP, la parte que se dedica a acciones. Entonces hay dos Torot [plural de Torá]:
- Para las vasijas de Galgalta ve Eynaim, está la sabiduría de la Cabalá, llamada la ciencia verdadera y también oculta porque se revela sólo a aquel que levanta el velo que hay sobre ella;
- La ciencia de las acciones materiales explícitas, realizadas por parte del pueblo de Israel, la cual le pertenece al AHP.
No vamos a evaluar o a juzgar a nadie.
No hay inteligente o estúpido, bueno o malo. Nadie debe ser castigado o
despreciado. Simplemente, estos son los hechos. Deberíamos haber llegado
a esto después de la ruptura de las vasijas y el exilio. Esta es la
forma en la que han sido dispuestas las vasijas, los deseos, en el
proceso de su corrección. Pero ahora surge la pregunta: ¿Cómo podemos despertarnos colectivamente al verdadero trabajo del Creador?
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