Todos los atributos y revelaciones que se describen en la Torá oral
son necesarios para el nacimiento en el mundo espiritual, también lo
son, los dolores de parto y el proceso de preparación. Sin lo que
llamamos Guevurot (fuerzas rígidas) y restricción, la conexión entre la madre y el recién nacido no sería revelada.
Durante el proceso diferentes hormonas y
fuerzas son extraídas, estas ayudarán al niño a crecer. Por lo tanto,
los niños que nacen en un proceso natural son más completos que los que
vienen al mundo por cesárea.
En otras palabras, el éxodo de Egipto no
puede ser de ninguna otra forma, ya que simboliza el nacimiento de una
persona al nuevo mundo espiritual, en el atributo de otorgamiento, en el que ya no se siente uno a sí mismo dentro de un cuerpo, a pesar de que, este, todavía existe.
Por lo tanto, no puede haber un
nacimiento fácil, como resultado, tampoco, el parto en nuestro mundo es
suave. Pero, si no interviniéramos en el proceso del parto con todos
esos dispositivos y catalizadores quirúrgicos, que aparentemente
facilitan el proceso del nacimiento, los niños nacerían mucho más
saludables. Estos dispositivos son innecesarios. Poco a poco
entenderemos lo ineficientes que son y comenzaremos a limitar su uso.
Pregunta: Pero, el dolor del parto, es realmente necesario?
Dr. Laitman:
Sí, pero depende de la madre. Si tiene una preparación espiritual
adecuada para el parto, no sentirá dolor. Habrá presiones, pero
presiones como dudas y aclaraciones. Ella irá “por el agua como en
tierra.”
En cada nivel de transiciones espirituales hay una especie de nacimiento.
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