Cuando llegué con mi maestro, Rabash,
conocí a cinco o seis personas que habían estudiado con Baal HaSulam.
Ellos tenían un enfoque particular de estudiar: sentados tranquilamente,
leían y hablaban entre ellos un poco, ellos intercambiaban sólo pocas
palabras, porque ellos entendían lo que se decía en los libros y
durante la lectura, ellos hacían acciones espirituales internas. Esa es
la forma en que avanzaban. Al igual que las personas que caminan juntos
en el bosque o en el campo, que es la forma en que intercambiaron
impresiones acerca de lo que “ vieron” en el camino mientras leían.
La tensión entre ellos y el trabajo
interno en el que se corrigieron sus deseos era palpable. Es decir, que
ellos estuvieron trabajando juntos y por separado.
En ese momento se estudió sólo El Estudio de las Diez Sefirot y El Libro del Zohar con el comentario de Sulam. No hubo artículos o cartas por Baal HaSulam y Rabash entonces.
Cuando llevé nuevos estudiantes a
Rabash, él comenzó a escribir artículos porque esto creaba una
oportunidad de hablar acerca de la corrección de las personas y lo
principal, que podríamos añadir a la Luz Superior.
La Luz Superior ejerce presión sobre
nosotros y nos mueve a través de esas etapas que tenemos que pasar. Si
no estamos preparados para ello, recibimos su influencia como un golpe,
en contra de nuestra voluntad; nosotros nos torcemos y esquivamos el
sufrimiento. Después de todo, al pulsar algo, el objeto que está siendo
presionado adoptará la forma más conveniente para su condición.
Por otro lado, pude ponerme bajo la
influencia de La Luz Superior y atraer la de la manera más eficaz. La
Luz no cambia, pero de esta forma puedo cambiar su influencia en mí.
Además, en mi posición,en mi lugar, tome
la forma más cómoda, correcta y apropiada para la Luz, esta no se
encuentra artificialmente; más bien , debo más o menos acomodarme a lo
que debo de llegar. Yo no solo esquive y huí de un lugar a otro lugar,
en vez de eso intencionalmente busco la influencia de la Luz.
¿Cómo se puede hacer, después de todo;
cuando no se ve, cuando no se entiende y cuando no se siente la
espiritualidad? Entonces el grupo me ayuda, ya que en ellos puedo
encontrar mi posición óptima con respecto a la Luz. Yo no me adapto a la
Luz porque en nuestro mundo, en el mismo plano en el que se determina
que soy, tengo la posibilidad más clara y precisa de dirigirme hacia la
Luz. Esto no está en lo que se refiere a la luz, pero esta en lo que
respecta a mis amigos.
Esta es la razón de la “Shevirat HaKelim”
( El rompimiento de las vasijas); como es que voy a tener la
posibilidad de trabajar con ellos. En consecuencia, yo no obligo a la
Luz, en lugar de llegar a ella a través de características opuestas,
porque no estoy trabajando con él, pero si con mis amigos. Así es como
funciona esto.
Lo principal es no perder la oportunidad
de elegir cada vez la forma óptima de adaptación mutua, esta, esta
entre nosotros. Cada uno de nosotros comienza a percibir su posición
máxima hacia los otros y de esta manera él entra en un cuadro unificado
como un mosaico o un caleidoscopio.
Yo ya empiezo a pensar en cómo mis
amigos llegarán a su forma óptima. Esta “unión” es llamada el “centro
del grupo”. Cuando todo el mundo está involucrado en esto, se
estabilizan a sí mismos entre sí para apuntar hacia este estado. Cuando
se entra en ella, esto se cerrará, en ese momento nosotros seremos
como la Luz y de inmediato lo sentiremos. La característica común de
otorgamiento, esta en la Luz, el primer nivel.
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