La Torá, Números 22:5-6: Él envió mensajeros a Balaam el hijo de Beor, a Petor, la cual está a un lado del río de la tierra de su pueblo, para llamarlo diciendo:

“Un pueblo ha salido de Egipto,  he aquí, ellos han cubierto el ‘ojo’ de la tierra y se han estacionado en oposición a mí. Entonces ahora, por favor ven y maldice este pueblo por mí, porque son demasiado poderosos para mí. Tal vez seré capaz de hacerles la guerra y expulsarlos de la tierra, porque sé que a quien tú bendices es bendecido y a quien maldices es maldecido”.

Una persona siempre está equivocada antes que alcance el estado de anhelo apropiado por el Creador. Estar equivocado significa estar bajo la maldición de Balaam.

Sólo cuando una persona llega al punto de anhelo adecuado por el Creador, al cual puede llegar sólo después de que las guerras internas y la revelación de todos los problemas  estén dentro de él, él recibe una bendición en lugar de una maldición. Esto es lo que vemos.

Pregunta: El llamado de Balak a Balaam es como si fuera hacia el Creador y suena exagerado: “…a quien bendices es bendecido y a quien maldices es maldecido”.

Dr: Laitman Balaam es más elevado que Moisés en eso. Moisés no puede acudir al Creador como Balaam porque él acude a Él desde una perspectiva egoísta.

Su “burra” [hembra de burro] su nivel animal, está conectado con el Creador. Es interesante, que su ego está en el nivel de un profeta. Si estás en la parte izquierda, en una cáscara, tienes poderes enormes, poderes animales llamados la burra de Balaam.

Aquí la burra profetiza, lo cual significa que sus deseos más bajos están conectados con las fuerzas superiores, y todo esto es revelado a una persona como la línea izquierda.

¿Qué valor tiene el pobre Moisés? Él debe ascender por encima de este estado en su conexión con el Creador, porque, en relación al Creador, es como un bebé. Balaam aquí le da órdenes al Creador. En otras palabras, enfrentas un rey que tiene un compañero leal, una fuerza leal que da órdenes: detener a este pequeño Moisés ¿Para qué deambula por ahí?

Moisés puede hacer sólo una cosa, la cual es rendirse, pero así es como gana. Es más, sus fuerzas son absolutamente desiguales.

Este atributo en nosotros que nos lleva hacia el Creador es la cima de nuestro anhelo continuo por la unidad.