
Hoy, nos encontramos en el estado de post-rotura, en donde cada uno de nosotros es un mensajero del rey que lleva consigo un penique del gran tesoro del Creador. Nuestra misión es hacer lo que pidió el rey y volver a restablecer la conexión con Él, mientras estamos vivos. Hasta que no llevemos la moneda a su lugar, continuaremos volviendo a este mundo. Los cabalistas que ya han atravesado este proceso, se refieren a él como Tikkún (corrección). Ellos nos enseñan cómo corregir nuestro “penique-placer” individual, para llegar a la cima de la Escalera Espiritual, y no tener que reencarnarnos más en este mundo.
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