Pregunta: ¿Tiene el Creador emociones?
Respuesta: No hablamos del Creador. En relación a nosotros, el Creador no tiene emociones. Él es el absoluto a quien atribuimos nuestros sentimientos, nuestras acciones, nuestros pensamientos, porque es conveniente para nosotros.
Pero en Él, no hay nada y Su actitud ante nosotros es absolutamente la mismo. No cambia, Él es perfecto. Por lo tanto, su actitud frente a nosotros puede llamarse absoluto amor, otorgamiento y una buena influencia.
Al decir que el Creador está enojado, que el Creador está insatisfecho, que el Creador necesita hacer ésto o aquello, hablamos de nosotros mismos, porque es mucho más fácil para nosotros dirigirnos hacia algo que también cambia respecto a nuestras acciones. Pero de hecho, no hay cambios.
Incluso, el Creador es totalmente indiferente a cómo nos comportamos y a lo que hacemos. Nosotros mismos empezamos a sentir: “Necesito comportarme diferente; tengo que ser mejor, ir por encima de, etc. ¿Qué alcanzó? ¿cómo cambia el mundo? Pero el Creador está por encima de nuestras más grandes intenciones. Eso no le afecta a Él.
Cuando decimos que queremos dar placer al Creador, otorgarle algo a Él, amarlo —todo es sobre cambios en la persona, ¡eso es!
De la lección de Cábala
Respuesta: No hablamos del Creador. En relación a nosotros, el Creador no tiene emociones. Él es el absoluto a quien atribuimos nuestros sentimientos, nuestras acciones, nuestros pensamientos, porque es conveniente para nosotros.
Pero en Él, no hay nada y Su actitud ante nosotros es absolutamente la mismo. No cambia, Él es perfecto. Por lo tanto, su actitud frente a nosotros puede llamarse absoluto amor, otorgamiento y una buena influencia.
Al decir que el Creador está enojado, que el Creador está insatisfecho, que el Creador necesita hacer ésto o aquello, hablamos de nosotros mismos, porque es mucho más fácil para nosotros dirigirnos hacia algo que también cambia respecto a nuestras acciones. Pero de hecho, no hay cambios.
Incluso, el Creador es totalmente indiferente a cómo nos comportamos y a lo que hacemos. Nosotros mismos empezamos a sentir: “Necesito comportarme diferente; tengo que ser mejor, ir por encima de, etc. ¿Qué alcanzó? ¿cómo cambia el mundo? Pero el Creador está por encima de nuestras más grandes intenciones. Eso no le afecta a Él.
Cuando decimos que queremos dar placer al Creador, otorgarle algo a Él, amarlo —todo es sobre cambios en la persona, ¡eso es!
De la lección de Cábala
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