Así que estamos construyendo un estado de bienestar común, ¿no?

Sin duda, lo estamos puesto que el trabajo de un estado es proveer a todos una vivienda, alimento, ropa, atención médica, y así sucesivamente. Las necesidades vitales no son un pedazo de pan y un vaso de agua por día. No, estamos hablando de una existencia normal, pero no más que eso. En cuanto al resto, nosotros educamos a una persona para recibir el llenado ideal de otra fuente, en vez de correr detrás de las “bendiciones de la civilización”.
Esto está llegando a su final de todos modos, y no hay nada que podamos hacer al respecto. El mundo está hundiéndose en una crisis, que se supone que nos demuestra que no podemos consumir más de lo necesario. Es posible que no deseemos aceptarlo, pero la naturaleza nos obligará, nos guste o no. Además, no podemos explicarle al público lo que está pasando ni podemos decirle a ellos cómo tienen que actuar, es decir, cómo construir un gobierno nuevo, un mundo nuevo integral, a menos que los enviemos a la escuela. Mientras les enseñamos a los niños pequeños, también les enseñaremos a los adultos acerca de las leyes por medio de las cuales funciona el mundo, el mundo en el que ahora se encuentran. Después de todo, si una persona no comprende los mecanismos de un mundo totalmente integral, él o ella no pueden sobrevivir en él. No hay una solución más eficaz y económica para transformar a las personas, que la educación global. ¿Deseas seguir recibiendo lo que necesitas? Aquí tienes, pero no te olvides que se supone que vienes a la lección. ¿Deseas amotinarte? Esto no resolverá tus problemas. Recientemente, Amr Moussa, el candidato a la presidencia de Egipto, ha admitido que en vez de un nuevo comienzo, la revolución ha dado lugar a una crisis más profunda que no parece llegar a su fin. Habló con dolor puesto que esto giro de los acontecimientos era lo menos que esperaba encontrar. No es culpa de él o de Mubarak: Ellos simplemente no vieron el proceso como un todo. La gente pensaba que el nuevo gobierno encontraría los fondos, pero el dinero no sirve para nada ahora. Por lo tanto, no hay otro camino que el de averiguar cuántos sastres, campesinos y otros trabajadores necesitamos para mantener un pequeño porcentaje de la población en las áreas necesarias de la producción, mientras que el resto tiene que ser enviado a la escuela. Esta es la única opción y para eso es el programa. Esta es la única solución que le proporcionará a las personas las necesidades básicas para que no se amotinen y entiendan que no hay lugar a donde ir: Así es el mundo y el sistema integral en el que vivimos. La verdad es que hemos entrado en un nuevo territorio en vez de haberlo hecho en una crisis, tenemos que funcionar en el nuevo formato regido por leyes diferentes. Y tenemos que pasar a través de este cuello de botella para alcanzar la perfección.