Si, si pueden. Existe bastante material serio que habla acerca de la necesidad de unirse. Al pensar que las personas si entienden que el egoísmo está destruyendo a la raza humana, mientras que la humanidad está egoístamente destruyendo la Tierra, y es por eso que debemos pasar del egoísmo a la unidad y elevarnos hacia el altruismo. Sólo entonces aprenderemos a convivir unos con otros y salvaremos nuestro planeta, el único hogar que tenemos. Después de todo, no podemos mudarnos a otro “departamento”. Muchos autores del mundo describen esta imagen con claridad y precisión. El asunto es cómo hacer esta transición. Es evidente que la humanidad está al borde de la guerra y enfrenta un negro futuro al que el ego insaciable lo empuja. La solución es también obvia: sean “buenos niños”, “sean amigos unos de otros”, limiten el consumo, y aprendan a distribuir los recursos apropiadamente ¿Pero cómo llegamos del punto A al punto B si la naturaleza humana es el deseo de disfrutar? ¿Cómo la reformamos? ¿Cómo la convertimos en otorgamiento?
Es una cosa cuando hablamos de instintos básicos tales como el amor maternal. Pero las personas usualmente no sienten esto; el amor crece cuando vienen los problemas, por necesidad. Entonces, necesitamos tratar de abrir sus ojos para que puedan ver cuán seria es la situación y mostrarles alguna condición específica: el mundo escapará de la muerte sólo mediante la unidad y la participación mutua. Entonces, al quedarse sin opción, estarán de acuerdo con ello. Sin embargo, llevar a cabo esta transición requiere que en cada momento, en cada detalle, cada diminuta partícula, cada migaja de pan y gota de agua, una persona sienta claramente: si no lo comparto con otros, estoy muerto. Esto debe permear cada sensación, acción, y elección. Así es como debe ser. Y la razón para ello es una: en su deseo egoísta que constantemente está buscando ser complacido, una persona siente que morirá si sucumbe ante el egoísmo. Si la situación es un poco diferente y la muerte no es instantánea, robará. Tal es la naturaleza del hombre. No podemos pedirle al hombre algo que está más allá de su poder, por encima de su naturaleza. ¿Entonces parece que todos deben temer a esto? Es imposible. En la “Introducción al TES” Baal HaSulam escribe que en tiempos antiguos, los cabalistas recurrían al ascetismo, como está escrito: “Vive de pan y agua, duerme en el suelo, y labora en la Torá. Si haces eso, serás un hombre afortunado”. Se concluye que incluso en el camino de tales sufrimientos necesitas el poder de la Torá. De otra manera, constantemente sentirás rondar desgracias sobre ti: o te unes o pereces. Es por esto que la Cabalá explica que al pasar por estados tan dolorosos, una persona debe “laborar en la Torá”. Después de todo, aún tienes que atraer la Luz que Reforma. Si no, no hay vida, y no hay opción. Todo héroe en este mundo puede ser engañado fácilmente. Vivimos mediante sensaciones egoístas, y puedes hacer responder a cualquiera de cualquier forma que lo desees. Después de todo, el hombre es el deseo de recibir, no un héroe. Por lo tanto, depende de nosotros proporcionarles una solución. Las personas pensarán que la encontraron por sí mismas, mientras que en realidad, esta vendrá de nosotros. Y mientras más rápido avancemos, más fácil nos será evitarles que sean engañados. Tenemos que apoyarnos en la lógica y explicar que empleamos la fuerza interna de la naturaleza, el poder de la unidad, la fuerza vital que insufla vida en todo lo que existe. Todas nuestras definiciones deben ser cada vez un poco más cercanas a las personas de manera que no comiencen a pensar que estamos hablando de alguna fuerza sobrenatural que opera más allá de la naturaleza de las cosas. No, es la base de la naturaleza misma, y espera para asistirnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.