Todo lo que ocurre después de las cuatro fases de la expansión de la Luz en el deseo de recibir no es más que la reacción de la criatura con su descubrimiento del Creador.
La creación entera fuera de Maljut del mundo del Infinito es su impresión de lo que esta encuentra dentro de sí misma, lo cual es considerado como el mundo, la expansión de arriba hacia abajo, la ruptura, y el retorno desde abajo hacia arriba. Todo se desarrolla exclusivamente dentro de Maljut y más allá de esto, no hay nada. Toda la realidad está hecha de emociones, sentimientos, la respuesta de Maljut, hasta que esta alcanza la aclaración final, el “Fin de la corrección”.
El “ápice de la letra Yud“, contiene la fuerza activa, abstracta del Creador, es donde termina Su acción. De allí resulta lo siguiente: la materia, la forma vestida en la materia, la forma abstracta, y la esencia. Además de eso el superior, la fuerza creativa, no funciona más en la criatura. Su trabajo terminó una vez que Él selló su nombre en ella.
En cuanto al inferior, tiene que encontrar este Nombre con la ayuda de todos los otros nombres, es decir, de sus experiencias e impresiones. Cada vez que siento que yo existo como consecuencia de la acción de la fuerza superior, lo que experimento es el nombre del Creador.
Esta es la razón por la cual Él tiene tantos nombres.
En cuanto al inferior, tiene que encontrar este Nombre con la ayuda de todos los otros nombres, es decir, de sus experiencias e impresiones. Cada vez que siento que yo existo como consecuencia de la acción de la fuerza superior, lo que experimento es el nombre del Creador.
Esta es la razón por la cual Él tiene tantos nombres.
Toda la Torá son los nombres sagrados del Creador, incluso Faraón y otros malvados, como Bilam y Balac.
No hay nada más, excepto la materia y la experiencia de la Luz juntos, puesto que la Luz ha hecho una impresión en la materia con ellos. Cuando todo esto se desarrolle, será el “Final de la corrección”.
Por eso, en el mundo del Infinito, donde “Él y su Nombre son uno”, la Luz imprime deseo con toda su forma y esto es todo lo que Él puede darle a Maljut.
Por eso, en el mundo del Infinito, donde “Él y su Nombre son uno”, la Luz imprime deseo con toda su forma y esto es todo lo que Él puede darle a Maljut.
Más adelante, Maljut trabaja por si misma con la Luz que ahora ella contiene.
Ella se oculta para no sentirlo y entonces desaparece de Él, se conecta con Él, crea todas las combinaciones posibles con Él, consideradas cómo Partzufim.
Sin embargo, todo esto es un juego que ella juega al usar la pantalla, el juego con la Luz infinita que la llena.
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