
Esto se deriva de la falta de entendimiento de que el mundo ha “llegado a ser redondo” y que nadie puede escapar de los resultados. La situación es mucho peor de lo que describen en los medios y de hecho, ¿Por qué se les debería contar a las masas los problemas, si no hay solución? Es mejor que no sepan la verdad. De forma similar a la que evitamos añadir sufrimiento a un paciente con una enfermedad terminal. Es más, es simplemente peligroso decirles a las personas lo que realmente ocurre. La verdad contiene un estrés insoportable, disturbios y problemas que pueden evitarse al guardar silencio. Pero el problema no desaparecerá y se revelará de forma pronunciada en Europa con quien está interconectada América. Al mismo tiempo, el desagrado en un lugar llega a ser una ventaja en otro lugar; por ejemplo, el capital es drenado desde el viejo mundo hacia los Estados Unidos, pero no entendemos que de pronto, este dará un contra golpe y golpeará a los americanos, entonces la situación, ciertamente, no será placentera. Consecuentemente, será más fácil para nosotros trabajar con las personas; seremos capaces de abrir más cursos y nuestros grupos en todo el mundo sentirán cuán firmemente representan el principio de corrección del mundo y del hombre, cuán profundamente entienden lo que está sucediendo. Esto es lo que le falta a la gente, ya que el problema más grande es que no saben a qué se enfrentan y qué les está ocurriendo. Es como si alguien me estuviera saboteando y yo descubro quién es. A la vez, nosotros estamos moviéndonos hacia la etapa de preparación y deberíamos acelerarla. En un par de meses los cursos estarán listos y seremos capaces de empezar a trabajar.
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