Los psicólogos dividen las necesidades de las personas en sensoriales, valores generales como amistad, una buena ocupación, etc... y valores instrumentales como el ser meticuloso, actitud alegre, un sentido del humor, expresividad, gran fuerza de voluntad, tolerancia a los valores del otro, una perspectiva amplia, etc. Entonces resulta que los conflictos principales, entre los niños por ejemplo, ocurren porque no quieren ser amables o cuando fracasan al hacer algo. En cualquier caso, las mayores crisis parecen ser con respecto a los valores instrumentales.
Respuesta: Los veo como la falta de habilidad de conectarse entre las personas. Esto significa disminuirte en relación a otros, entender a otros, verlos como más altos o más bajos que tú, posicionarte en relación a otros; cuándo ser amable con ellos con el fin de sentirlos, remover algo de tu propio “yo” y verte a ti mismo y a otros desde un costado, es sin duda una herramienta. Pero ¿por qué debemos enfatizar o presentar cientos de finos discernimientos de cualidades y atributos cuando todos están basados en el egoísmo?.Si yo puedo rebajar mi ego y colocar al otro por encima de mí, todos los atributos como la sensibilidad, el entendimiento, la atención, la tolerancia, la amabilidad, etc., aparecen naturalmente. Con respecto al otro, sólo existe una perspectiva de acuerdo a la cual soy o más alto o más bajo que él. Cuando somos iguales no puedo siquiera ver con qué se relaciona esta igualdad, con qué parámetros. Con respecto a ser más alto o más bajo, yo percibo esto de forma muy precisa. Esto significa que la persona debe ser entrenada para relacionarse con otros de forma objetiva: veamos a la persona desde un costado, aquí está ella ante ti: bella o fea, negra o blanca, no importa. Cada vez, trata de colocarte tanto más alto como más bajo que ella con relación a cierto atributo y hazlo tanto como puedas. Al mismo tiempo no hay intención de subestimar al otro al usar el término “más alto o más bajo”, sino sólo para entender las cosas. Cuando me coloco más alto que el otro, lo hago con el fin transmitirle algo, con el fin de enseñarle algo. Me uso como un instrumento que lo llena con ciertas emociones, conocimiento, etc. Lo trato como un niño, mientras que yo soy el adulto, pero un adulto con buenas intenciones que lo trata bien. Puedo inmediatamente volverme más pequeño comparado con él y volverlo a él más grande en todo comparado conmigo. Entonces yo me vuelvo el niño comparado con un adulto, o un estudiante comparado con un maestro, que ahora puede recibir de él. Así puedo enriquecerme a partir de cualquiera. Es importante decir que nunca veo la verdadera imagen objetiva del mundo, sino sólo la imagen que mi ego traza para mí, así que esta imagen en realidad está distorsionada: más tarde cuando miro hacia el pasado, veo cuán equivocado estaba ¿Pero es posible estar equivocado?. No estar equivocado, significa ver el mundo en su verdadera forma, esto sólo es posible de acuerdo a la manera en que me construyo con respecto a este mundo, con respecto a cada persona y a cada evento: más alto o más bajo y que al final obtenga una ganancia de eso. Así creo para mí inmensas oportunidades de estudiar, de enseñarles a otros, de encontrar un llenado y de comunicarme según el grado en el que yo esté listo para escuchar y permitirme ser una fuente. Este es el método más práctico y efectivo. Nos permite alcanzar la estabilidad cuando todos ven al otro una vez desde arriba y otra vez desde abajo, y me permite ser flexible y suave y ser capaz de controlarme. Como resultado de esta forma de comunicación, nosotros alcanzamos el camino medio y nos volvernos iguales al encontrar un punto de equilibrio objetivo. Hacia esto debemos llevar a las personas, al mostrarles que es posible usar este método en diferentes tipos de comunicación.
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