
Rav: Creo que primero debemos hacer un trabajo masivo con las personas a través de diferentes campañas cinematográficas, teatrales y basadas en Internet, lo cual les demostraría claramente a las personas los eventos que, como en la película, les están ocurriendo a los demás y cómo pueden resolverse. Nosotros debemos mostrarles ejemplos, involucrarlos en esto y a través de este tipo de producciones, volverlos participantes activos, que simpatizan y se involucran realmente en estas transformaciones. Tenemos que mostrarles cómo todo esto se trasluce a través del ejemplo del héroe de alguna producción, de una película o una novela. Pero deben ser trabajos serios, como el de Pelevin. Yo creo que de esta manera, podemos crear una demanda del método integral. Me parece que esto debe preceder a cualquier otra cosa que llegue a la población en general. Si estamos hablando de personas específicas, de representantes de la cultura y la ciencia, entonces tenemos que tratar de vestir esto en el formato y el conocimiento de lo sea que ellos estén haciendo. Para gente así, necesitamos difundir materiales acerca de la conexión, de la influencia humana en el mundo y de cómo realizar esto de forma lineal y global, integral, cuál es la diferencia entre los dos y así sucesivamente. También tenemos un gran problema con los niños. Si mostramos cómo transforma a un niño la formación integral, de hecho nosotros creamos de él o de ella un ser humano y entonces esto sería un brillante ejemplo para los padres. Hay un muy buen ejemplo de esto en nuestro país. Aquí en Israel, por cierto, los rectores pueden hacer lo que quieran en el marco de la escuela. A él o ella se les da un poder ilimitado y pueden introducir nuevas disciplinas. Cuando los rectores de la escuela aprenden sobre nuestra metodología, se comprometen a ponerla en práctica porque sienten y entienden que esta debe dar resultados positivos, al menos en lo que respecta a la disciplina en el aula, a la reducción de la violencia y a los diversos problemas entre los niños. Si están de acuerdo, entonces les planteamos una condición que en primer lugar, los maestros deben dominar el método integral. Nosotros vamos a la escuela una o dos veces por semana e impartimos cursos de educación y formación integral. De esta manera, antes de educar a los niños, los maestros mismos aprenden esta metodología y experimentan por sí mismos esta transformación general. Los maestros se convierten gradualmente en nuestros colegas y socios, aunque en general, siempre se caracterizan por ser conservadores y al principio no entienden la esencia de la metodología integral. Sin embargo, cuando penetran poco a poco en ella, entonces sienten cuánto se benefician del hecho de que pueden entrar sin miedo en un salón de clases, sienten que una atmósfera agradable durante la clase se convierte en un fenómeno normal, perciben el aumento del rendimiento académico y que los niños escuchan y reciben el uno del otro, dado que la clase se lleva a cabo como una conversación entre ellos. Cuando los niños comparten sus conocimientos con los demás, ellos la absorben mucho mejor que cuando reciben información de los maestros. En esencia, así estaban organizadas las escuelas antiguas, los niños simplemente discutían todos los problemas entre ellos mismos y a través de ello, se revelaba y enriquecía el conocimiento. Aquí sucede una cosa muy interesante. Una vez que atraes a los maestros hacia nuestro lado y trabajas con ellos durante algún tiempo en la formación integral, de la misma forma que con los niños en un círculo, ellos empiezan a sentir por sí mismos hasta qué punto ha cambiado el personal docente, cuán diferente es la atmósfera en el salón de profesores, así como su relación con las directivas de la escuela. Ellos empiezan a sentir que aquí hay algo realmente revolucionario, algo completamente nuevo. Y entonces nosotros les decimos que no es suficiente trabajar con los niños sólo en la escuela en esta metodología, que ellos tienen que sentir el mismo ambiente en el hogar, es decir que también tenemos que trabajar con los padres. Entonces, durante las reuniones con los padres, los maestros comienzan a convencer a los padres de que la nueva metodología es necesaria para asegurar que sus hijos, lo más preciado que tienen, pueden convertirse en personas reales, nuevas, buenas y amables, capaces de entender correctamente el mundo, interactuar para completar exitosamente sus estudios en la escuela, recibiendo buenas calificaciones y que no haya violencia, drogas y todo lo demás que desgraciadamente sucede en las escuelas. Allí ocurren cosas horribles y nosotros sólo conocemos una pequeña parte de esto. Esa presión del entorno a la que son sometidos nuestros hijos, es la manifestación más importante y viva de los rasgos humanos más negativos. Cuando les decimos a los padres que para ello es necesario crear en casa un ambiente un poco diferente, ellos concuerdan de inmediato, especialmente las mujeres. Esto es suficiente, porque la mujer “preside” el hogar, mientras que el hombre, como todos sabemos, ejerce muy poca influencia en todo lo que sucede en la familia. De esta manera, comenzamos a atraer a las madres hacia la metodología integral y finalmente abarcamos esencialmente toda la población. A través de las mujeres, a través del éxito de los niños, esto se extiende como si fuera un campo abierto. Todos los demás comienzan de inmediato a ver, a oír y a sentir. La cadena de un rector de escuela hacia los padres, es ya una enorme cantidad de personas que se incluyen en la reeducación. Esto debe tenerse en cuenta definitivamente.
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