Deleitar, dar placer al Creador, amar al Creador, todas estas son palabras muy hermosas. Pero, ¿cómo podemos amar a una fuerza,
incluso si es eterna y abarca todo lo que hay? Todas estas palabras se
le dicen a la persona para que ella misma pueda ajustarse de alguna
manera. Nosotros llegamos a amar al Creador sólo a través del amor a los demás. En el artículo, “Un mandamiento“,
hay una instrucción: llegar al amor del Creador. Pero ¿cómo se nos
puede ordenar, obligar a amar? Cuando nosotros trabajamos en el amor por
los demás, es posible hacer una masa común con nuestros anhelos hacia
los otros, construir una conexión común por encima de nuestro egoísmo, y
cubrirla con amor mutuo. Está escrito: “El amor cubrirá todas las
transgresiones”. Cuando nosotros construimos una propiedad colectiva de conexión común
mutua y anhelamos hacia todos, mientras que cultivamos dentro el amor,
entonces en nuestro egoísmo interior surge una estructura completamente
nueva: la adhesión mutua la inclusión mutua. Amar
significa que yo asumo todos tus deseos y cuido de ellos, pensando
únicamente cómo llenarlos, mientras tanto, tú piensa en los míos, y así
sucesivamente. Amor significa llenar los deseos de otro, en vez de los
míos, usándolos para este propósito. Si yo preparo dichas condiciones
dentro de mí mismo, entonces al hacerlo, expando allí una vasija que
trabaja en aras del otorgamiento. Esta vasija común que todos nosotros
juntos estamos creando, contiene nuestro componente colectivo llamado
“amor por el Creador”.
Nosotros empezamos a experimentar no sólo la vasija común, nuestra actitud hacia los demás, el amor por ellos, el otorgamiento a
ellos, sino que además comenzamos a sentir aquellos que nos llena a lo
largo del camino. Esta sensación es llamada el Creador, Bore en hebreo (“Bo”, ven, “Reh”, ve). Cuando nosotros creamos una vasija espiritual colectiva, el Creador se revela allí como resultado.
Por lo tanto, la Mitzvá
principal es muy simple: “Ama a tu prójimo”. A través del amor por
otro, en la vasija que has creado, tú sentirás amor por el Creador y
respectivamente, Su amor por ti.
Pregunta: ¿Cuál es la meta final de este trabajo?
Dr: Laitman Ésta se encuentra en el hecho de que tú llegas a una semejanza y adhesión
completa con Él dentro de tu propio egoísmo reformado. Así es como te
elevas al nivel del Creador. Ésta es la meta final de la creación.
Comienzas a experimentar una sensación de que estás en total adhesión
con Él, pero no te disuelves en ello, porque toda tu vasija permanece
contigo.
En otras
palabras, la sensación de ser opuesto no se aniquila, puesto que la
adhesión con el Creador ocurre por encima de esto; de lo contrario,
ocurriría la aniquilación mutua. Por lo tanto, nosotros debemos ver
nuestro egoísmo como la materia con cuya ayuda nos movemos hacia
adelante. Debemos tratarla con respeto, ya que es la imagen invertida
del Creador. Contrariamente, nuestro mundo es Su imagen inversa en
nuestro nivel.
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