Durante
los talleres, es necesario discutir cómo se complementan adecuadamente
los hombres y las mujeres entre sí, en los diferentes niveles. Yo creo
que, como consecuencia de la formación integral, ellos alcanzarán un
nivel de comprensión mutua en el que ya no separarán las cosas en “esta
es tu responsabilidad y esta es mía”. Gradualmente, las personas
comenzarán a combinar a redistribuir mutuamente las responsabilidades,
la ayuda mutua y entonces todos verán claramente cuán fácil es
hacerlo. No hay lugar aquí para demandas. Las demandas aparecen cuando una de las partes no comprende cual su papel y qué debe hacer. Personalmente, a pesar de que en general
entiendo la naturaleza humana, yo tuve problemas con mi esposa hasta
que empezamos a hacer paseos de 40 minutos por la mañana, durante los
cuales discutimos calmadamente todos nuestros problemas. Hablar durante
los paseos nos ayudó a comprendernos mejor uno al otro. Además, tenemos
un acuerdo de no discutir ni exigir nada uno del otro. Estamos en
constante movimiento por encima de nuestras cualidades naturales y de
esta manera nosotros alcanzamos la comprensión adecuada de cualquier
circunstancia.
Sin embargo, el problema es que la gente
no tiene tiempo para esto. Creo que durante los talleres, nosotros
tenemos que enseñarles cómo encontrar tiempo para este tipo de
comunicación. Esperemos que las personas tengan suficiente tiempo libre
para ello en el futuro cercano. Pero aun así, nosotros tendremos que
organizarlas. Incluso mi maestro obligó a todos sus
estudiantes a pasar por lo menos quince minutos al día discutiendo
calmadamente el método y las condiciones de su desarrollo mutuo con sus
esposas. Esto es un trabajo social muy serio. Si además lo hiciéramos
con los niños, si lleváramos a cabo mesas redondas en nuestras familias,
el mundo sería un lugar diferente.
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