No
podemos ascender como quisiéramos, ya que no valoramos nuestro
esfuerzo, lo cual es nuestra recompensa. Ahora, después de la
convención, debemos estar felices de haber perdido el sabor de la unidad
y de que no sintamos ningún deseo de conectarnos. Nuestras relaciones
han llegado a ser aburridas, sin sabor y obscuras. Pero esto en realidad
es bueno, puesto que ¡ahora podemos tratar de sentir la vacuidad que
nosotros mismos revelamos!. Debemos ver esta oportunidad como un
regalo. Esto es de hecho un gran regalo de arriba. ¡Nosotros queríamos
otorgar y ahora tenemos un vacío que podemos llenar! ¿Cuándo sentiremos
tal vacío otra vez?
El estado de unidad en la convención se
nos dio como un ejemplo para que ahora seamos capaces de hacer lo mismo
por nosotros mismos. En la convención se nos dio el “más” (+) para que
ahora, cuando el “menos” (+) aparezca, hagamos lo mismo. El más es el
ejemplo que viene del Creador. Ahora tenemos una oportunidad de repetir
Sus acciones y alcanzar el mismo resultado. El más significa un ascenso
y el menos un descenso. El Creador nos ha dado un ejemplo, Él nos ha
revelado la sensación, la forma, y ahora ustedes deben hacer lo mismo.
Nosotros, sin embargo, no valoramos este esfuerzo, no nos sentimos agradecidos por esto, más bien maldecimos al Creador
y nos resentimos de lo que Él ha hecho con nosotros. Nosotros
descuidamos la oportunidad de volvernos como Él. Es durante un descenso que podemos
provocar y atraer hacia nosotros la Luz que Reforma. Todo el problema es
que debemos hacerlo pero no lo hacemos.
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