Porque, si bien cada uno
tiene “su propia fuente”, las fuerzas se revelan abiertamente sólo a
través del entorno en el que uno está. Por eso nuestros sabios nos
advirtieron: “Hazte un Rav y cómprate un amigo”. También está la
elección de los libros, como ya hemos mencionado, porque sólo en eso uno
es reprendido o elogiado, en su elección del entorno. Pero una vez que
ha elegido el entorno, él está en sus manos como barro en las manos del
alfarero. La posibilidad de elegir el entorno
correcto se la dan sólo a aquellas personas que tienen el punto en el
corazón. De hecho, ellas ahora tienen que desarrollarse en el grado del
ser humano (Adam), similar (Domeh) al Creador. Son las
personas en las que se ha despertado este punto, la raíz de su alma, las
que reciben el impulso para entrar en el entorno correcto. Después,
ellas tienen que decidir por sí mismas si lo harán o no. Esta es la libre elección entre el deseo
de recibir y el punto, el “rudimento” del deseo de otorgar, no él en sí
mismo, sino su lado opuesto. Yo puedo elegir cuando tenga estos dos
“polos”. ¿Cómo? Yo mismo me fortalezco en el entorno correcto. Con ello,
quiero reforzar un factor en vez de otro. Pero si no tengo el segundo punto, si
soy sólo deseo de recibir, entonces éste no influye en mi “elección”. En
este caso, yo persigo el interés propio como un perro que olfatea algo
en la calle, eso es todo.
Pregunta: Pero,
al mismo tiempo, en el marco de la educación integral, nosotros
sugerimos que las personas creen un ambiente mejor para sí mismas.
Dr: Laitman Es
verdad, ella crea un mejor entorno para su deseo de recibir, pero no
para el punto en el corazón. De esta forma la persona sabe que es
posible mejorar su vida en un círculo común, en unidad. Sin embargo, todos tienen el punto en el
corazón; este es inherente a todos los deseos en esta o aquella
profundidad. Se nos dice, “Todos Me conocerán, desde el más pequeño
hasta el más grande”. Por eso, al organizar, reunir a las personas y
traerles a ellas la Luz que Reforma, nosotros obligamos el despertar de
este punto para que empiece a “emerger”. Una vez que la persona se
somete al método integral, nos dice que quiere estudiar la sabiduría de
la Cabalá. ¿Por qué? Ella no se conoce a sí misma; de repente desea
hacerlo. De todos modos, los grupos integrales no
son un entorno cabalístico, porque no tienen la línea izquierda.
Nosotros nos encargamos de ellos como una de nuestras dependencias, les
enseñamos las buenas relaciones, la simpatía y la unidad, pero sin las
molestias internas provenientes del lado del egoísmo que “siente” lo que
viene. Hablamos de un trabajo más serio en nuestro entorno
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