El punto en el corazón
es importante para mí, y yo trabajo a partir de ese punto en su deseo
de recibir para llenar su deseo de recibir; es decir, le hago un
presente. Pero lo hago porque para mí es importante alcanzar al Creador;
Él es la raíz de todo (No. 1). Para esto, opero mi ego (No. 2) y le doy
un presente al ego de mi amigo (No. 3). Yo puedo influir en su ego con un
obsequio, pero influyo en su punto en el corazón mediante la Luz que
Reforma (No. 4). No puedo influir en su punto en el corazón; éste es una
chispa de arriba, una parte de la divinidad de arriba. Pero la Luz
Circundante sí influye en él porque a partir de mi primera acción, yo
hice este cálculo de que alcanzar al Creador es más importante para mí
que complacer mi egoísmo. Es por eso que doy todos esos pasos aunque con gusto permanecería recostando en el sillón sin hacer nada. Mi amigo comienza a preguntarse: ¿Por
qué estoy haciendo esto por él? Si estudiamos juntos, yo podría decirle
directamente que la intención
de los obsequios es para el avance espiritual, que le traigo el
obsequio para comprar un amigo y con su ayuda revelar al Creador. Cuando el amigo se despierta debido a mis palabras, a mis presentes y a
la Luz Circundante, él también hará el cálculo de que es más importante
alcanzar al Creador (No. 5).
Tras muchos de esos presentes (uno no es
suficiente), yo “compro” al amigo. En la vida ordinaria, sin la adición
de la importancia del Creador, sólo “sobornamos” a la persona y su
egoísmo a través de darle presentes. Como resultado, él comienza también
a favorecerme, a ayudarme, como de costumbre: “Tú me das y yo te doy”.
O tenemos intereses comunes y nos ayudamos a realizar nuestros deseos
egoístas: ir a pescar o a jugar futbol juntos. Sin embargo, este esquema es muy
especial porque yo, a través del Creador, comienzo a empezar a influir
en el amigo, en su punto en el corazón. A partir de esto, su punto en el
corazón se despierta y él es obligado a realizar las mismas acciones
hacia mí ¡Debe hacerlo! A partir de este punto en el corazón, su egoísmo
es influido (No. 6) y con este, él me hace obsequios (No.7). Resulta
que él lleva a cabo el mismo ciclo de acciones hacia mí. Como ambos trabajamos en esos
“círculos”, acercamos nuestros puntos en el corazón. Estos comienzan a
trabajar en la misma longitud de onda tan de cerca que es como si
estuvieran bajo una frazada (No. 8). Entonces, debido a la Luz
Circundante, la “frazada” se convierte en una pantalla (Masaj) (No.9). Es una ley inexorable. Un hombre puede
llorar por mil días, pero hasta que haya cumplido con las leyes, no
funcionará. Si se cumplen los requisitos de la ley son, entonces el
éxito está garantizado. Esto es llamado: “La ley es fija y no puede
violarse”. Nosotros necesitamos entender que
existimos dentro de la naturaleza en su sistema de leyes. Sólo
necesitamos aprender a conciencia esas leyes y averiguar dónde hemos
hecho omisiones hasta que obtengamos el resultado deseado.
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