Esas personas obtendrán fuerza de servir a la sociedad y usarán la
fuerza para beneficio de la sociedad; ellas sentirán un llenado inmenso
de esto. Hoy apenas se mueven porque la sociedad no las alimenta con
fortaleza, no les agradece, no expresa aprecio, no las despierta, no les
da calidez o las agita. La sociedad simplemente no les presta
atención. Si ellas comenzaran a despertar a la
persona, entonces cada una podría invertir mucha energía en el trabajo.
Si se trata de una persona y no de una bestia, entonces siempre es
posible encenderla a través de la envidia, la lujuria y el honor. Es
necesario sólo usar sabiamente esas herramientas. En última instancia,
todos anhelarán darle a la sociedad tanto como sea posible.
Pregunta: ¿Pero qué se puede hacer si yo no soy así? ¡No anhelo darle a la sociedad!
Dr: Laitman ¡Nadie
anhela esto hoy en día, y no es sólo tu problema! El cien por ciento de
las personas es así como tú. Nadie nace con un deseo de darle a algún
extraño. Sólo los locos pueden hacerlo. Pero necesitamos mostrar ejemplos del
método que le permite a la persona descubrir la conciencia de que se
beneficiará mil veces más de esta conexión con otros. No es necesario
que nadie se sacrifique por el bien de la sociedad. Si les damos la
posibilidad de invertir en un negocio rentable: Cuanto más inviertan,
recibirán mil veces más ¿Vale la pena invertir o no? ¡Ciertamente, vale
la pena! Este es un cálculo egoísta. Nadie les
pide que sólo amen y se sacrifiquen por otros. Es necesario sólo
entender que existe una fuerza especial contenida en la conexión. Si nos
conectamos y nos unimos por el bien de todos, entonces, según el grado
de inversión, cada uno comenzará a recibir intereses, ganancias, y
ganará mucho. Recibirán satisfacción tanto material como espiritual.
Pregunta: ¿De qué manera es diferente esta satisfacción a la satisfacción que un violinista obtiene de un concierto hoy en día?
Dr: Laitman El
llenado actual de ustedes es muy limitado: un poco de dinero y un poco
de respeto, eso es todo. Viene sólo de las personas, de cuánto les
celebran y los aplauden, de alguna reseña positiva escrita
posteriormente en el diario. Si le dan a la sociedad, entonces a
través de ello comienzan a ver el mundo superior, su eternidad, su
plenitud, su armonía superior y no sólo se sienten felices al ganar otro
millón, al tener un auditorio con mil personas aplaudiendo y
gritándoles bravo. Entran en un nivel superior, en un nuevo mundo.
Es imposible comunicar en palabras la
esencia de ese pago; en este está toda la diferencia entre la persona y
la bestia. Ahora están obteniendo un llenado bestial, pero si le sirven a
la sociedad, se convertirán en un hombre.
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