Cualquier cosa que dijeran era considerada como sagrada. Luego los monarcas comenzaron a escuchar
a sus parlamentos; por lo tanto, la autocracia era un poco limitada.
Más tarde, los parlamentos se dividieron en varias cámaras y privaron a
los monarcas de todo poder real. Por último, hoy en día nos enfrentamos a
una situación muy peculiar: los gobernantes están perdiendo su
influencia. Los funcionarios del gobierno parecen idealistas carentes de
principios y sin escrúpulos. No tienen una posición, no tienen ideales
ni metas elevadas por encima de la vida cotidiana. Por otro lado, son los medios de
comunicación quienes han adquirido una enorme influencia, forma y
manipula la opinión social. Hoy en día las redes sociales virtuales se
unen a este proceso y a menudo interceptan la iniciativa de los medios
de comunicación. Así, resulta que los gobiernos ya no
tienen ningún poder de decisión. Los organismos gubernamentales apenas
afrontan los temas de actualidad, con el pretexto de ejecutar la
voluntad de su pueblo, una voluntad que está moldeada por los medios de
comunicación. El siguiente paso será que la gente cree
sus propias plataformas; que forme su propio nivel de comprensión y
acuerdo social. El rol de los medios de comunicación y de los gobiernos
será sólo el de escucharlos y, en mayor o menor grado, implementarlo. Por lo tanto, debemos difundir nuestro
programa entre las personas en diferentes países; debemos transmitir
nuestro mensaje y explicarles qué significa ser el pueblo de Israel en
la tierra de Israel. “Tenemos que explicarles qué pasará cuando
alcancemos la unidad. Cuando las personas sientan la carencia y
la necesidad de la unidad y cuando entiendan que la unidad es la única
salvación de todas sus cargas, el público en general les exigirá a sus
gobiernos que hagan su trabajo. Los gobiernos ratificarán nuevas leyes y
pondrán en marcha nuevos programas educativos en los jardines
infantiles y escuelas que enseñen cómo cultivar las correctas relaciones
entre las personas. Así es como sucederá el cambio global: el deseo de las personas definirá aún más el progreso.
Pregunta: ¿Si el público en general juega un papel decisivo, habrá situaciones incontrolables, caos y anarquía?
Dr: Laitman
¡No, en absoluto! No hay mejor fuera que esta. La fuerza es necesaria
para que los gobernantes rijan a su pueblo, mientras que en esta
situación, las personas ya son impulsadas y están regidas por la idea
de la unidad. El tiempo del individualismo ha terminado. Estamos
acercándonos al final de la corrección y por eso la opinión pública se
convierte en un factor principal. No, no habrá caos ni confusión en este
escenario. La gente se convertirá en un todo unificado; sus opiniones
serán más cercanas, la confrontación destructiva que conduce a las
guerras y los desastres desaparecerá. La gente sentirá el deseo de
unirse; en vez de reyes, partidos políticos, facciones, habrá una
visión poderosa, en consenso y unificada.
Pregunta: ¿Un consenso general, no es algo maravilloso?
Dr: Laitman
Organizaremos las cosas de tal manera que la Luz se propague entre
nosotros y nos devuelve al origen, a la unidad. Así es como el pueblo se
convertirá en el único gobernante. Esta es la revelación de la Fuerza
superior en nosotros, la revelación del Creador en la creación.
Pregunta: Pero, ¿cómo exactamente manejar la gente los diversos asuntos?
Respuesta: Con
la ayuda de la Fuerza superior porque la Luz, la fuerza de
otorgamiento, el poder de la unidad, se extenderá y los conectará en un
todo. Entonces, junto con el poder del amor y otorgamiento que los
llenará, la gente se fusionará con el Creador, con la fuerza que los
hizo y que les da vitalidad.
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