Por ejemplo, a pesar de que Israel tiene una superioridad
absoluta en materia de armamentos, no puede tener éxito porque la lucha
es en las zonas residenciales. El mundo entero nos mira con atención y
no nos deja actuar como quisiéramos. De hecho, estamos atados de pies y
manos; evocamos el odio a nuestro alrededor. Además, el centro de
gravedad en las guerras contemporáneas se ha desplazado a la lucha por
ganarse a la opinión pública. La aprobación social define el éxito.
¿Esta situación contiene un indicio de cómo pueden resolverse?
Dr: Laitman De
hecho, las guerras no tienen que ver con las armas, sino con la
influencia en las mentes humanas. El resultado de cualquier guerra
depende del estado de esas mentes que deciden quién tiene razón y quién
está equivocado, no de quién es más fuerte en el campo de batalla.
Entonces, las ganan aquellos que son más astutos, engañosos y taimados. En resumen, la guerra ya no es igual que
antes. Los poderosos ejércitos, tecnologías militares y armas modernas
se someten ante el arsenal de los medios de comunicación. Muy a menudo,
las batallas se desarrollan sólo entre los diversos puntos de vista. Este estado de cosas nos acerca a la
idea de las “guerras de Israel” en su verdadero sentido. Anteriormente,
librábamos “guerras israelíes” reales para representar la categoría de
“Israel”, que significa ser como un hombre con un corazón, es decir,
para ser un todo. Al cumplir con esta condición, éramos similares a la
Luz Superior, a la fuerza que se vierte sobre nosotros y nos gobierna.
Esta es la forma en que alcanzamos nuestras victorias. Hoy, después de dos mil años de exilio,
después de haber caído desde la altura espiritual de la unidad, tenemos
que volver a conectarnos con los demás. Por lo tanto, lo queramos o no,
nuestras guerras todavía son de carácter ideológico como antes. En otras
palabras, de nuevo se libran en el campo de batalla de los panoramas de
la unidad. En el futuro, la ideología (la
información que recibimos, los pensamientos y conceptos que nos imponen)
de nuevo se convertirán en un arma. En este momento, nuestro mundo está
tan plagado de enlace entre todas sus partes que si diseccionar al
mundo en pedazos, si aislamos a unos países de los otros, ninguno de
ellos sería capaz de sobrevivir por sí mismo. Esto se refiere a Israel
más que a cualquier otro país, porque Israel depende totalmente de las
conexiones comerciales e industriales internacionales con América,
Europa y Asia. ¿Qué sería de nosotros si tuviéramos que detener nuestras
importaciones y exportaciones? Otros países no están en una mejor
situación. Esto explica el por qué es imposible
hacer la guerra y disfrutar de la permisividad total. Los países están
restringidos por la ONU y los organismos internacionales. Nosotros
enfrentamos a una amenaza constante en cuanto a sanciones y
limitaciones, hasta boicots que pueden tomar muchas formas y llegar a
una variedad de niveles. Si ustedes le bloquean los flujos comerciales y
financieros internacionales, cualquier país comienza a ahogarse y
siente como si estuviera en restricción. Nada puede hacerse al respecto.
Cualquier país interactúa constantemente con el mundo entero. Por lo tanto, esto significa que las
armas son inútiles; nadie puede tomar ventaja de las armas militares sin
tomar en consideración los intereses de los demás, ya que bloquearán el
“oxígeno” que fluye hacia el país y éste se asfixia rápidamente. La
economía global impone una pesada carga de dependencia y nos hace
confiar en las buenas relaciones con nuestros socios. Como consecuencia de esta dependencia,
el mundo entero nos impacta y dirige nuestros pasos lo queramos o no.
Por ejemplo, Rusia experimenta las duras sanciones que le fueron
impuestas. Este país pierde miles de millones de dólares como resultado
de estas sanciones y por eso no puede hacer lo que quiera. La guerra es un negocio donde se
calculan con precisión los beneficios y pérdidas. Hoy en día, las
pérdidas pueden ser tan tremendas que no habrá fondos para luchar en una
guerra futura. Entonces, esto significa que cualquier conflicto militar requiere al menos de un mínimo de apoyo mundial.
Pregunta: ¿Quiere usted decir que si no recibimos el apoyo del mundo, no hay posibilidad de que nosotros ganemos?
Dr: Laitman
¡Es cierto! La situación actual no nos da ni la más mínima posibilidad
de ganar. Estamos de acuerdo en “soluciones” temporales que durarán uno o
dos años. No hay ninguna solución real a esta
situación hasta que arrastremos hacia nuestro lado a la mayoría del
mundo. ¿Cómo es posible? La única manera de lograrlo es convencerlos de
que nos necesitan, que somos la “luz para las naciones”, que a través
de nosotros ellos puede acercarse a la abundancia. En otras palabras,
deben entender que ellos nunca obtendrán abundancia sin nosotros, ni
podrán comprarla con el dinero.
Aquí no existen los milagros, sólo las
leyes de la naturaleza. La Cabalá es una sabiduría que nos permite hacer
cálculos exactos con la condición de que entendamos profundamente cómo
funciona el sistema general.
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