Dar
a luz a algún estado es siempre doloroso y es causado por el hecho de
que el estado previo nos trae una aflicción tremenda. Esto es llamado
dolores de parto si estamos hablando de un parto natural. Entonces, el dolor nos lleva de un
estado al otro. Esta regla se aplica a todos los fenómenos: desde las
erupciones volcánicas, lo cual también es un “nacimiento”, hasta nuestro
nacimiento espiritual.
Pregunta: ¿Por
qué nosotros, las criaturas racionales, nos esforzamos por deshacernos
del dolor si entendemos que el mecanismo de aflicción es benéfico para
nosotros?
Dr. Laitman:
Los animales instintivamente tratan al dolor de la forma correcta. Si
se torna insoportable al grado de causar su muerte, mueren. Cuando
nuestro ego excedió el nivel animado, comenzamos a desarrollar varios
métodos para luchar contra el dolor. Somos egoístas; no nos preocupa el
mañana. Más aun, nuestro egoísmo es corrupto, es
individual, personal. Por lo tanto no queremos alterar el origen del
dolor. Sentimos dolor como resultado de la fractura de una de las partes
del cuerpo. Existe dolor, problemas, y aflicciones porque los órganos
no están obteniendo el sustento vital de otros tejidos o entregándole lo
que producen al resto del cuerpo. El problema no es sólo tener un deseo de
recibir placer, sino el hecho de que este deseo es puramente egoísta.
Pensamos sólo en nosotros mismos y no tomamos en consideración a otros.
El dolor que experimentamos llega desde lejos, de sistemas mentales
espirituales externos muy elevados que tienen un tremendo impacto sobre
nosotros. De pronto, en los países que llegaron al estado de abundancia
definitiva, las personas se deprimen y se sienten impotentes ¿Por qué
sucede eso? Porque el sistema general nos presiona sin excepciones.
Pregunta: ¿Cómo ve usted el dolor en la historia humana? ¿Hacia dónde lleva este a la humanidad?
Dr. Laitman:
Antes del siglo 20, cada uno de nosotros progresó de forma individual,
personal, por separado. Las personas sentían dolor en sus cuerpos y
nunca lo relacionaron con el resto del mundo, tampoco lo asociaron con
el avance espiritual. Así es como la humanidad pasó por las fases de los
niveles inanimado, vegetativo y animado del grado humano. En el siglo 20, se reveló el grado
hablante del nivel humano: un sistema totalmente integral. Comenzamos a
conectarnos entre nosotros y de pronto descubrimos que estamos todos
entretejidos con el mundo entero. Previamente, los humanos vivían en
pequeñas aldeas y no tenían idea del gran mundo exterior. No sospechaban
que existía vida más allá de las fronteras de su aldea. Hoy, todos
saben lo que sucede en cualquier lugar del globo, incluso los africanos y
sudamericanos. Cuando hablé con los indios americanos, me sorprendí
bastante de que ellos hablan como si vinieran de Wall Street. Ahora es adecuado hablarles a las masas
de la sabiduría. Previamente este fenómeno no existía. No es que aún no
hubiera sido descubierto ¡No! No existía en realidad porque los humanos
no estaban conectados unos con otros en el grado en el que lo están
ahora. Previamente, las enfermedades nerviosas estaban dispersas en las
altas sociedades, mientras que hoy la depresión, los miedos, y las
preocupaciones por el futuro, por la conexión con el resto del mundo las
sienten todos. En otras palabras, el dolor de cada
individuo ahora está multiplicado lo queramos o no. Cada uno de nosotros
depende de todos los demás, por lo tanto debe cuidar de los otros y
hacer que se sientan mejor. De otra manera, seremos nosotros los que nos
sentiremos mal. La Naturaleza nos empuja a unirnos.
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