Por supuesto que es el trabajo compartido de todos nosotros. ¿De dónde
conseguiría fuerzas para esto? Si no me identifico con el dolor de la
comunidad, no sería capaz de alcanzar la plegaria.
De lo contrario gritaría por mí mismo pero, para esto no recibiré una respuesta de arriba. Debo transmitir al Elyón (Superior) el pedido de los demás, la Plegaria de Muchos. Es llamado así porque yo grito por los demás y no porque muchas personas griten.
Los
¨muchos¨son mis propios deseos que se proyectan en mí como extranjeros.
Yo grito porque quiero acercarme a ellos, sentirlos como me siento,
alcanzar el amor de los demás como a mí mismo y conectarme.
Yo no
grito porque sea malo para ellos y el Creador necesite ayudarlos, aunque
esto también es un plegaria, como se dice: ¨Aquel que reza por su
amigo, se le responde primero¨ (Baba Kama 90b).
El asunto principal es, cuando los veo como partes de mí y estoy
conectado con ellos, a ese grado estoy conectado con el Creador.
Después
de todo, pido que el Creador sea misericordioso con ellos y que resuelva
sus problemas, entonces, de esta manera Lo culpo porque los maltrata y
estoy pensando que Él es cruel y, Le estoy pidiendo algo bueno para
ellos. Pero, no puedo dirigirme al Creador de esta manera y no tendré equivalencia de forma con Él si no decido que Él es misericordioso y clemente.
Entonces,
una verdadera plegaria no es un pedido de que algo bueno se deba hacer
por otros. ¿Cómo puedo pedir al Creador que haga algo bueno si, Él es el
bueno que hace el bien?
Yo pido que Él establezca tal conexión en nosotros, de tal forma que
todos nos adhiramos a Él. Esta es la plegaria completa, no hay nada más
que pedir.
Si yo veo algo malo, esto es porque hay una brecha, se descubren las fuerzas del Shevirá (rompimiento). Y el Shevirá está
dentro de mí, entonces, veo la realidad como mala. Así, pido que todos
nosotros seamos capaces de adherirnos al Creador y darle placer. Después
de todo, somos tan despreciables que no estamos preparados para
aceptarlo a Él como realmente es: el bueno que hace el bien.
Esto
significa que no Le pedimos que nos haga el bien porque en todo caso nos
encontramos en una situación óptima para nosotros. Le pedimos por la
conexión de nuestra visión y sensación distorsionada, entonces, no
culpamos al Creador como un niño pequeño que grita, ¨¡mamá mala!¨.
Pregunta: Pero, ¿qué se debe hacer con una inclinación al mal que constantemente proclama que todo está mal?
Respuesta:
La persona debe tratar de elevarse por encima de su inclinación al mal y
no anularla. Necesitamos elevamos por encima de esta y estar más
arriba que esta porque, los deseos de otorgamiento deben estar por
encima de los deseos de recepción. Incluso, está prohibido extinguir los
deseos de recepción; porque entonces los deseos de otorgamiento no
podrían existir.
Sin el Yetzer HaRá (inclinación al mal), ¿con qué nos quedamos? El Yetzer HaTov (la buena inclinación) no puede existir en nosotros porque este es el Creador, el deseo de otorgar. Yo no puedo ser el Yetzer HaTov; el Yetzer HaTov puede existir dentro de mí sólo al grado en que este conduzca al Yetzer HaRá.
El Yetzer HaRá me asegura la separación del Creador, la independencia. Y el Yetzer HaTov que lo controla, me da la forma del Creador. Sin embargo, sólo puedo pedir que el Yetzer HaTov domine al Yetzer HaRá
dentro de mí. Sólo la Luz Superior puede llevar a cabo esto; Yo por mi
mismo, no soy capaz de hacerlo. Esto no está en mis fuerzas.
Yo sólo puedo aclarar que esto es lo que se requiere de mí. Yo alcanzo tal posibilidad como resultado del Shevirá,
el cual construye la conexión entre el deseo de recibir y el deseo de
otorgar. Entonces, alcanzo la posibilidad de aclarar, analizar,
diferenciar entre el uno y el otro. La Luz Superior empieza a iluminar
estos conceptos para mí y veo qué es bueno y qué es malo.
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