La persona que estudia la sabiduría de la Cabalá estudia las leyes de la naturaleza Superior, que son las leyes de la Creación, de este modo es mucho más fácil el acercamiento a las demás ciencias de este mundo. "Yehudí " (Judío) según la sabiduría de la Cabalá es la persona que anhela llegar a la Yejud (unidad), a la conexión con el Creador. La conexión con el Creador se alcanza por medio de la conexión con los creados, dentro del mismo Kli (vasija) que corregimos por medio de la conexión mutua entre nosotros.
Dentro del entorno se oculta la fuerza espiritual y si me aproximo a ella, a la misma conexión interior que hay entre nosotros, allí encuentro todo. Todo lo que estudio en la sabiduría de la Cabalá, lo descubro dentro de la conexión entre nosotros, entre las almas. "Alma" – es la fuerza de otorgamiento que hay en el hombre, la parte divina que llega desde Arriba. La conexión no puede darse entre personas externas – entre ellos sólo puede haber odio, envidia, etc. Existe la vestidura exterior y la fuerza interior, la fuerza de otorgamiento que se halla dentro de ellas, la pantalla interior en la que los ves conectados y tú te aproximas a esta forma, quieres integrarte en ella, a ella deseas pertenecer. Y entonces te sujetas, pides, ruegas estar allí – esto se llama acercarse a un buen entorno. Los cabalistas trabajan únicamente con la forma interior del grupo de alumnos, y con esto los preparan para el progreso. En el estudio del Zohar nos instruimos sobre las acciones de otorgamiento de las personas, las almas – sólo se habla sobre los deseos de otorgamiento. Esto se realiza a través de la conexión entre nosotros, y sobre eso nos relata la Torá – la sabiduría de la Cabalá. Los cabalistas nos transmiten en sus escritos datos técnicos y luego de decodificarlos y desarrollarlos dentro de tu alma, alcanzarás las realizaciones que ellos consiguieron. Hasta que el hombre no se eleva por encima de este mundo, no siente hasta qué punto es errónea su percepción de la realidad. La ciencia se aleja y se excluye de la filosofía todo lo que puede y del mismo modo que la sabiduría de la Cabalá se basa en la regla "lo que no alcancemos no lo definiremos con nombre o palabra". En el método de la filosofía no existen límites claros, en consecuencia la Cabalá está absolutamente desconectada de ella. Filosofía – es todo objeto abstracto, todo objeto en el que el hombre considera a su mente como superior a la Divinidad. La sabiduría de la Cabalá dice: no vayas por encima de tu mente sana – yo te daré herramientas científicas para descubrir el mundo en adelante. La sabiduría de la Cabalá abre al hombre, le da herramientas para estudiar, captar y relacionarse a cada cosa de modo fácil. Esto se debe a que ella desarrolla en el hombre Kelim (vasijas) de nivel Superior, del nivel del hablante y por lo tanto la confrontación con todos los niveles correctos de ella se vuelve fácil para él. Nosotros tenemos que relacionarnos con el niño como con una persona adulta, porque para el alma no hay edad. Nuestro problema en la vida es que nos relacionamos al niño como pequeño y eso lo disminuye, porque no es eso lo que quiere de nosotros – él quiere ser como nosotros. Tenemos que considerarlo como pequeño desde el punto de vista físico pero en su interior él es un adulto. No te relaciones al niño como pequeño – es sólo su cuerpo y desde su interior él te observa con los ojos de un adulto. Él guarda y sabe todo – así tienes que relacionarte con él – es un error de toda la humanidad. Nosotros cambiamos únicamente en el nivel animado, con el nivel de hablante que hay en nosotros tenemos que comunicarnos con todos por igual.
Dentro del entorno se oculta la fuerza espiritual y si me aproximo a ella, a la misma conexión interior que hay entre nosotros, allí encuentro todo. Todo lo que estudio en la sabiduría de la Cabalá, lo descubro dentro de la conexión entre nosotros, entre las almas. "Alma" – es la fuerza de otorgamiento que hay en el hombre, la parte divina que llega desde Arriba. La conexión no puede darse entre personas externas – entre ellos sólo puede haber odio, envidia, etc. Existe la vestidura exterior y la fuerza interior, la fuerza de otorgamiento que se halla dentro de ellas, la pantalla interior en la que los ves conectados y tú te aproximas a esta forma, quieres integrarte en ella, a ella deseas pertenecer. Y entonces te sujetas, pides, ruegas estar allí – esto se llama acercarse a un buen entorno. Los cabalistas trabajan únicamente con la forma interior del grupo de alumnos, y con esto los preparan para el progreso. En el estudio del Zohar nos instruimos sobre las acciones de otorgamiento de las personas, las almas – sólo se habla sobre los deseos de otorgamiento. Esto se realiza a través de la conexión entre nosotros, y sobre eso nos relata la Torá – la sabiduría de la Cabalá. Los cabalistas nos transmiten en sus escritos datos técnicos y luego de decodificarlos y desarrollarlos dentro de tu alma, alcanzarás las realizaciones que ellos consiguieron. Hasta que el hombre no se eleva por encima de este mundo, no siente hasta qué punto es errónea su percepción de la realidad. La ciencia se aleja y se excluye de la filosofía todo lo que puede y del mismo modo que la sabiduría de la Cabalá se basa en la regla "lo que no alcancemos no lo definiremos con nombre o palabra". En el método de la filosofía no existen límites claros, en consecuencia la Cabalá está absolutamente desconectada de ella. Filosofía – es todo objeto abstracto, todo objeto en el que el hombre considera a su mente como superior a la Divinidad. La sabiduría de la Cabalá dice: no vayas por encima de tu mente sana – yo te daré herramientas científicas para descubrir el mundo en adelante. La sabiduría de la Cabalá abre al hombre, le da herramientas para estudiar, captar y relacionarse a cada cosa de modo fácil. Esto se debe a que ella desarrolla en el hombre Kelim (vasijas) de nivel Superior, del nivel del hablante y por lo tanto la confrontación con todos los niveles correctos de ella se vuelve fácil para él. Nosotros tenemos que relacionarnos con el niño como con una persona adulta, porque para el alma no hay edad. Nuestro problema en la vida es que nos relacionamos al niño como pequeño y eso lo disminuye, porque no es eso lo que quiere de nosotros – él quiere ser como nosotros. Tenemos que considerarlo como pequeño desde el punto de vista físico pero en su interior él es un adulto. No te relaciones al niño como pequeño – es sólo su cuerpo y desde su interior él te observa con los ojos de un adulto. Él guarda y sabe todo – así tienes que relacionarte con él – es un error de toda la humanidad. Nosotros cambiamos únicamente en el nivel animado, con el nivel de hablante que hay en nosotros tenemos que comunicarnos con todos por igual.
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