Adam (Adán) es quien se encuentra en medio de dos fuerzas y nosotros lo hacemos crecer. Desde el Adam que creó el Creador, mediante dos sistemas, existe en cada uno de nosotros una chispa de aquel hombre.
Él creó un sistema inanimado, vegetal y animado y al final del mismo, en el desarrollo espiritual, fue creado el hombre, el hablante. Se dice que en el hombre, el ego comienza a crecer de una manera desequilibrada y todo lo demás se encuentra en equilibrio. ¿Entonces, qué es lo que creó el Creador? Él creó la forma humana y comenzó a revelarle la fuerza de recepción en oposición a la de otorgamiento. El hombre fue creado sin equilibrio, diferente y en él la fuerza de recepción y de otorgamiento están por separado.
Es decir, que te encuentras en el Jardín de Eden (paraíso) y tienes prohibido comer del fruto del Árbol del conocimiento, del cual no comerás, tienes prohibido accionar las fuerzas de recepción, sino que te encuentras con fuerza de otorgamiento solamente, con una sola fuerza.
Y Él acomodó las cosas de manera tal, que el individuo deba anexar juntas esas dos fuerzas, la de recepción y la de otorgamiento. Es como en una explosión atómica, en la que acomodas los elementos de manera que se produzca la explosión. ¿Por qué? porque en las formas desequilibradas se encuentran dos sistemas, la fuerza de recepción y la de otorgamiento, ellas deben convivir juntas, pero no existe equilibrio entre ellas, por lo cual se produjo la ruptura.
La falta de balance entre estos dos sistemas que se han desarrollado juntos por miles de años, luchando entre ellos y el hecho de que la fuerza de equilibrio no era tan necesaria, trajo como consecuencia la ruptura que nosotros sentimos hoy en día. Es decir, la crisis que nosotros descubrimos, es en definitiva el comienzo de la crisis que atravesó el primer hombre, que estaba desprovisto de la fuerza de equilibrio entre la recepción, el otorgamiento y ahora la humanidad está llegando a ese punto.
Él creó un sistema inanimado, vegetal y animado y al final del mismo, en el desarrollo espiritual, fue creado el hombre, el hablante. Se dice que en el hombre, el ego comienza a crecer de una manera desequilibrada y todo lo demás se encuentra en equilibrio. ¿Entonces, qué es lo que creó el Creador? Él creó la forma humana y comenzó a revelarle la fuerza de recepción en oposición a la de otorgamiento. El hombre fue creado sin equilibrio, diferente y en él la fuerza de recepción y de otorgamiento están por separado.
Es decir, que te encuentras en el Jardín de Eden (paraíso) y tienes prohibido comer del fruto del Árbol del conocimiento, del cual no comerás, tienes prohibido accionar las fuerzas de recepción, sino que te encuentras con fuerza de otorgamiento solamente, con una sola fuerza.
Y Él acomodó las cosas de manera tal, que el individuo deba anexar juntas esas dos fuerzas, la de recepción y la de otorgamiento. Es como en una explosión atómica, en la que acomodas los elementos de manera que se produzca la explosión. ¿Por qué? porque en las formas desequilibradas se encuentran dos sistemas, la fuerza de recepción y la de otorgamiento, ellas deben convivir juntas, pero no existe equilibrio entre ellas, por lo cual se produjo la ruptura.
La falta de balance entre estos dos sistemas que se han desarrollado juntos por miles de años, luchando entre ellos y el hecho de que la fuerza de equilibrio no era tan necesaria, trajo como consecuencia la ruptura que nosotros sentimos hoy en día. Es decir, la crisis que nosotros descubrimos, es en definitiva el comienzo de la crisis que atravesó el primer hombre, que estaba desprovisto de la fuerza de equilibrio entre la recepción, el otorgamiento y ahora la humanidad está llegando a ese punto.
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