
Con el fin de disfrutar, nosotros necesitamos una deficiencia y luego, de su llenado. En nuestro caso, la deficiencia es la carencia de llenado, la muerte. Y un poco por encima de la muerte ya se considera placer, pero no obstante, todavía se asocia con la muerte. Placer, es cuando hay un poco más que el estado de la muerte. Sin embargo, el placer espiritual es diferente, allí hay placer que proviene del otorgamiento. Así, incluso el nivel más bajo, básico, ya da fuerza y simboliza la vida, puesto que yo no siento deficiencia en nada. Yo personalmente no necesito nada para mí. Estoy en el estado de Bina, “Jafetz Jesed” (Deseo de otorgar), como un monje que vive en el bosque y ni siquiera sienten la necesidad de una camisa. Y por encima de este estado, yo siento aún más la vida, aún más otorgamiento, aún más libertad. Mientras que, al mismo tiempo, en nuestro deseo de recibir, sentimos sólo la muerte y el sufrimiento y no podemos escapar de ellos. Sin esto, el ego no puede sentir placer. Siempre hay debemos añadir un poco de “sal y pimienta” a la comida para darle sabor.
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