De la Carta de Baal HaSulam
(No. 52): Llámalo mientras Él esté cerca. Debes saber que el hecho de que tú
estás clamándole al Creador significa que Él está cerca. Esto quiere decir que
ahora tienes una oportunidad; si pones atención, sentirás que el Creador está
cerca de ti, y esta es la señal de la cercanía del Creador. Si un deseo surge en la
persona, esto quiere decir que el Creador se lo traspasó. Los deseos pueden
sentirse como gratitud, pedidos, quejas, o insatisfacciones. Lo que quiera que
la persona sienta, siempre viene del Creador. Uno debe darse cuenta de que no
está generando su deseo por sí mismo. Las palabras que la persona usa para
dirigirse al Creador internamente en su corazón, también se las envía el
Creador. Uno nunca realiza ninguna acción independiente. La Luz provoca deseos y
define completamente su reacción hacia esta.
Uno cree que el Creador responde a su plegaria; sin embargo, esto sólo es una reacción de la Luz a
un deseo recién hecho con el cual uno trabaja con el fin de provocar la reacción
de la Luz. Entonces, esto va paso a paso de acuerdo al plan de la creación; es
un proceso que todos nosotros debemos atravesar. Lo único que la persona tiene que hacer por encima de todo lo que le sucede,
es darse cuenta y admitir que ha sido involucrado en el trabajo del Creador, en
un proceso que la Luz ejecuta en ella y en su vasija/deseo. El rol de la persona
en el proceso es entender que es el Creador quien realiza estas acciones hacia
ella. El hombre debe aceptar todo lo que ocurre con él, reconciliarse con él, y
empezar a desear involucrarse en el proceso, de tal forma, que se prepare para
todo lo que le ocurrirá después. Entonces, quiere decir que está en cohesión con
el Creador.
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