Pregunta: Cuando
uno actúa un papel, por lo general se identifica con él. ¿Con qué tengo
que identificarme cuando actúo según el escenario que se utiliza en El Zóhar?
Rav: Se nos dice en la “Introducción al Estudio de las Diez Sefirot“, ítem 155: Por
lo tanto, debemos preguntarnos, ¿por qué entonces, los cabalistas
obligan a cada persona (es decir, a cada uno de nosotros) a estudiar la
sabiduría de la Cabalá? De hecho, hay una gran cosa en ello, digna de
ser difundida: Hay un maravilloso e invaluable remedio para quienes se
dedican a la sabiduría de la Cabalá.
A pesar de no entender lo que están aprendiendo, a través del anhelo y
del gran deseo de entender lo que están aprendiendo, ellos despiertan
sobre sí mismos las Luces que rodean sus almas. Esto significa que a cada persona de Israel
(aquellos que tienen la auténtica aspiración por la espiritualidad) se
le garantiza que alcanzará finalmente todos los logros maravillosos que
el Creador contempló en el Pensamiento de la Creación para deleitar a
cada criatura. Y aquel que no haya sido recompensado en esta vida lo
será en la próxima vida, etc., hasta que se le conceda completar Su
Pensamiento, el cual Él había planeado para él. Y mientras no haya alcanzado la perfección (hasta que no alcance las revelaciones o la percepción de la vida en el mundo superior),
las Luces que están destinadas a alcanzar a la persona, se consideran
Luces Circundantes. Eso significa que éstas están listas para ella, pero
están esperando que purifique sus vasijas de recepción, en cuyo momento
estas Luces se investirán las vasijas preparadas. Esta es la razón por la cual nosotros debemos aspirar y tratar de acercarnos a aquello que se describe en El Libro de Zóhar. No importa cómo se lo llame, juego, ejercicio, esfuerzo, oración, MAN,
en general, se trata de “conocer el tema de los estudios de uno”, como
se nos dice “y Adán conoció a Eva, su esposa”. “Conocer” significa
“fundirse, unirse”. Hasta que uno no se funda con la
espiritualidad, tiene que seguir aspirando a ella; esto es llamado “El
juego”. Uno ya debe imaginarse a sí mismo “allí”. Si no tiene una
aspiración, entonces quiere decir que no tiene nada en absoluto. Según
la medida del deseo de fusionarnos con la Luz que brilla sobre nosotros
constantemente, la Luz comienza a influir en nosotros en una escala
mayor, porque nuestro deseo de alcanzarla ha sido incrementado. Nosotros
somos los que provocamos las acciones de la Luz, mientras que la Luz es
inmutable. Es nuestro trabajo intensificar nuestra susceptibilidad a la
Luz. Visualizar la Luz más vívidamente, obteniendo así una sensación de
que “ya estamos allí”: “¿Qué es? ¿Cómo sucedió? Nosotros jugamos el
“juego del otorgamiento” y fingimos que somos capaces de amar a los
otros, quienes ya están conectados con nosotros. Debido al hecho de que
parece que yo ya estoy ahí, la Luz del futuro brilla sobre nosotros.
Pregunta: Yo me esfuerzo por estar “allí”. Sin embargo ¿qué significan para mí las palabras del Zóhar dentro del “escenario”? ¿Cuál es el papel del lenguaje del Zóhar?
Rav: Es tu vida futura. Hasta el momento, estas palabras no significan nada para ti. ¿Qué pueden decirte los autores del Zóhar? La tarea de ellos consiste en describir las imágenes de la realidad auténtica. Espiritualidad no es el mundo de los
cuerpos, sino más bien el reino de las almas, es decir, los deseos de
otorgar que están interconectados unos con otros. Los deseos de dar
hacen un sistema de enlaces entre ellos. El grado de su similitud con la
Luz define el alcance de la presencia de la Luz en ellas. ¿De qué se trata toda esta “actuación”?
Cada uno de nosotros (en un alma), un deseo de otorgar, ya es una
partícula de la red interactiva, todos nosotros somos partes de la
humanidad corregida que aún nos esforzamos por revelar. ¡Esta existe!
Todo lo que tenemos que hacer es divulgarla. ¡El final de la corrección (Gmar Tikkun), el tercer estado, existe!. Así que tenemos que imaginarnos a
nosotros mismos en un estado corregido y fingir como si ya estuviéramos
allí, así es como ponemos implementamos nuestro deseo de alcanzarlo.
Nuestra aspiración de estar allí nos hace sentir que ya hemos logrado la
meta y que ya estamos “allí”. En otras palabras, nuestra aspiración se
iguala con el deseo de “conocer” el tema de nuestros estudios, de
fusionarse con él e investirse en él. Nosotros no sabemos qué es, pero
se trata de nosotros y de nuestro estado interior, de nuestra esencia
eterna interior en vez de hablar de nuestros cuerpos mortales. Queremos
descubrirlo y vivir en él. Nuestra esencia eterna existe, pero
nuestras mentes no se han fusionado todavía con ella. Queremos
conectarnos con ella, estar en su interior, como si uno tuviera un
vestido colgado en el armario y realmente quisiéramos ponérnoslo. Si
esto ocurre, viviremos dentro de nuestra esencia eterna propia, puesto
que nuestros vestidos reflejan quienes somos. En nuestras vestiduras materiales sólo
podemos permanecer en este reino terrenal. Cuando uno se viste con este
“vestido”, es decir, dentro de la Luz de otorgamiento, Bina, Jassadim, alcanza el mundo futuro. Que este cuento de hadas golpee nuestra imaginación. Eso es todo lo que hay que hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.