En general, se trata de fuerzas de la recepción o bien de fuerzas de
otorgamiento. Si la persona no descubre ninguna de las fuerzas, es como
si estuviera suspendida en el vacío. Usualmente, sin embargo, ya sean
las fuerzas positiva o las negativas se le revelan a ella y juntos
tejen la red general. Así que la “telaraña” existe, depende
de la persona hasta qué punto la siente, en qué medida está dentro de
ésta y en qué medida quiere que estas fuerzas sean corporales o
espirituales. Podemos decir que nosotros estamos en
una posición “fija” en esta red, independientemente de nuestra ubicación
física. Y el dicho, aquel que cambia su lugar cambia su suerte se
refiere a las coordenadas espirituales. Si yo me mudo de un país a otro y veo diferentes personas y un ambiente
diferente a mi alrededor, no quiere decir que yo haya cambiado mi
posición en el sistema de ninguna manera. Yo estoy en el mismo punto, en la misma red,
pero ahora me parece simplemente que es diferente. Aunque mi “suerte”
ha cambiado, es decir, las fuerzas que actúan sobre mí, eso no quiere
decir que haya cambiado mi punto de la red espiritual. Sólo han cambiado
las manifestaciones, las “vestiduras”, la escena en el teatro del
Creador, por medio del cual Él me maneja. Sin embargo, el director es el
mismo, el juego es el mismo juego y detrás de la nueva serie están
las mismas escenas laterales
Pregunta: Pero, ¿qué debo enfatizar? ¿Dónde debo hacer un esfuerzo?
Dr: Laitman El Creador me dice: “Yo te he traído a un punto de elección, ahora
realízalo”. Él me ha llevado al grupo, pero sólo este es el lugar de
elección, mientras que la elección en sí está en mis manos. Es como
volver a las urnas que ya han sido preparadas para mí y ahora la
decisión es mía.
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