Esta es la
ofrenda que tomarán ustedes de ellos: oro, plata, bronce, azul,
púrpura, escarlata, lino fino y pelo de cabra”.
Pregunta: Hasta
ahora los mandamientos de la Torá fueron estrictos. De pronto ahora
dice “de todo hombre cuyo corazón haga que él esté dispuesto”.
Dr: Laitman Se trata del libre albedrío. Existen mandamientos
de prohibiciones claros y precisos, “no hagan”, que todos deben guardar
a fin de adaptarse de forma mínima a la Divinidad, puesto que de lo
contrario no pueden ser llamados Adam (similar al Superior). Existe incluso un sistema superior que
ya analiza los mandatos y nos maneja. La persona puede parecerse a este
sistema cuando primero realiza las correcciones iniciales. Esta es una
condición previa. Entonces puede continuar adaptándose al sistema
superior de la Divinidad, es decir formarlo dentro de sí. En realidad este existe para tales
personas, quienes son llamadas Levitas, Cohanim, etc. Estas son personas
especiales que pueden formar el Templo dentro de ellas. Un sirviente en el Templo es una persona que se ha corregido, ahora se parece y es igual a la naturaleza
general, a la fuerza superior, al Creador, quien trabaja internamente
con estos atributos. Es decir el servir y no hay nada más que esto.
¡El Creador no necesita nuestra obediencia y que nos impresionemos de
Él, o que lo sirvamos a Él, puesto que Él es absoluto! Nosotros
necesitamos esto con el fin de trascendernos a nosotros mismos
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